Arnold Newman fotografió a un sinfín de celebridades de todo el mundo y de todas las profesiones. En sus más de seis décadas de carrera, los artistas y líderes políticos confiaron en su ojo fotográfico para ser retratados de una forma que les hiciera distinguir su esencia.
La lista es inacabable: desde Marilyn Monroe, Pablo Picasso, Salvador Dalí e incluso Bill Clinton y Francisco Franco.
Lo que hizo especial a Newman es que definió un nuevo género: el retrato ambiental. El entorno y el sujeto se vuelven uno solo para comunicar la profesión y propósito de cada uno.
Os sonará a algo estándar. Pero en los tiempos del fotógrafo, cuando todo empezó a principios de los años cuarenta, esto era una absoluta revolución. Tan grande fue su talento que trabajó para Harper’s Bazaar, The New Yorker, Vanity Fair y Life.
El retrato fotográfico se convirtió gracias a él en un arte más vívido y creativo para inmortalizar a quienes poseen fama y poder.
Sin Newman, padre del retrato ambiental, Annie Leibovitz y Richard Avedon no habrían sido los mismos.
Ni tampoco toda la historia moderna de la fotografía.
”No hacemos fotos con nuestras cámaras. Las tomamos con el corazón y con la mente.
Biografía de Arnold Newman
Inicios: estudios y primeros pasos (1936-1942)
De familia judía, Arnold Abner Newman nació el 3 de marzo de 1918 en Manhattan.
Pasó su infancia entre Atlantic City, Nueva Jersey y Miami Beach.
El primer encuentro de Newman con la fotografía fue accidental: debido a la Gran Depresión abandonó sus estudios en pintura y dibujo tras dos años en la Universidad de Miami, y encontró trabajo en un estudio fotográfico de Philadelphia.
Aquel estudio solo se enfocaba en la rutinaria labor de realizar fotografías para documentos de identidad. Newman se convirtió en asistente y luego en fotógrafo, disparando hasta setenta retratos al día.
Al mismo tiempo decidió adentrarse por su cuenta en la fotografía abstracta, callejera, documental y de arquitectura.

En 1941 los galeristas Beaumont Newhall y Alfred Stieglitz vieron su portfolio y le dedicaron una exposición de la A.D. Gallery de Nueva York junto al entonces también principiante prometedor Ben Rose.
Un año después Newman ya dirigía un estudio de fotografía en West Palm Beach, Florida, y en 1947 abre su propio estudio de fotografía llamado Arnold Newman Studios, de vuelta en Nueva York. Además, se casa con Augusta Rubenstein en 1949 y tiene dos hijos, Eric y David, en 1950 y 1952 respectivamente.
Todo su conocimiento fue autodidacta.
Sus primeros trabajos recuerdan a Berenice Abbott, Paul Strand y Walker Evans.
Se nota la influencia de ellos y de las pinturas abstractas.
Retrato experimental (1942-46)
En 1942 Arnold Newman crea sus primeros retratos “experimentales”: es decir, lo que después se llamaría retrato ambiental.
Su primera exposición individual notable Artists Look Like This, del Museo de Arte de Filadelfia, en 1945, instantáneamente atrae la atención de las revistas y museos más importantes de Estados Unidos.
Aquellos retratos de Max Ernst y George Grosz fueron la puerta de entrada para que su cartera de clientes creciera exponencialmente.
Un año después se vuelve miembro de la Sociedad Americana de Fotógrafos de Revistas y recibe sus primeros encargos de Harper’s Bazaar, Life y Fortune, revistas que contarían con él durante las siguientes seis décadas.
Años después, Newman resumiría sus orígenes y su filosofía del retrato ambiental de esta manera:
La preocupación por la abstracción, combinada con el interés por la documentación de las personas en su entorno natural, fue la base sobre la que construí mi enfoque del retrato. El retrato de una personalidad debe ser lo más completo posible. La imagen del sujeto y los rasgos de personalidad que esa imagen refleja son los aspectos más importantes, pero por sí solos no bastan.
También debemos mostrar la relación del sujeto con su mundo, ya sea por hechos o por simbolismo gráfico. El enfoque visual del fotógrafo debe soldar estas ideas en un todo orgánico, y la imagen fotográfica producida debe crear una atmósfera que refleje nuestras impresiones del conjunto.
Arnold Newman: datos básicos
Arnold Newman (1918-2006) tuvo talento, visión y suficiente suerte como para recibir múltiples distinciones hasta el final de su vida.
Un total de nueve doctorados honoris causa, cinco retrospectivas y un sinnúmero de publicaciones en las revistas Look, Fortune, Scientific American y Esquire, le confirman como un maestro de la fotografía.
Y aunque no lo hizo con frecuencia, empezó a fotografiar a color a finales de los años cincuenta, siendo de los primeros grandes en hacerlo, junto a la también neoyorquina Helen Levitt.
Por su lente pasaron personajes tan variopintos como la escritora Ayn Rand, el físico Robert Oppenheimer, el novelista Henry Miller y el artista español Joan Miró. Podéis ver las fotos en nuestra sesión de frases, más abajo.
También retrató a compañeros de profesión como W. Eugene Smith, Man Ray, Berenice Abbott, Helen Levitt e incluso Henri Cartier-Bresson y Alfred Stieglitz. Asimismo, frecuentó Photo League, aunque no era miembro.
Y no sólo fotografió a líderes estadounidenses también a grandes personalidades de otras regiones del mundo, como el líder palestino Yasser Arafat y el político israelí Benjamin Netanyahu.
Básicamente (casi) cualquier persona con dinero y poder, posó para él.
Que confiaran tanto en su trabajo era por su manera de pensar el retrato:
Nunca pretendo que se trate solamente de una fotografía. El segundo plano tiene que sumarse a la composición y ayudar a comprender al personaje. Hacer sólo el retrato de alguien famoso no significa nada.
En eso consiste el retrato ambiental: en que el entorno del sujeto, el segundo plano, posea elementos distintivos, usados como símbolos, que sirvan para esclarecer las características del protagonista de la imagen.
Os explicamos más a detalle a continuación.
Estilo de fotografía de Arnold Newman
La meticulosa composición de las fotos de Arnold Newman usa la geometría, el espacio negativo y el contraste (a nivel tonal y entre los diferentes elementos), así como las sombras e iluminación para crear la mayor claridad y aspecto tridimensional posibles.
Todo esto se entremezcla de tal forma que sus retratos se vuelven visualmente sofisticados y reveladores al mismo tiempo, dotados de profundidad psicológica. La técnica de Newman es no dejar nada al azar.
Fuera del aspecto compositivo, el fotógrafo también destacó por sus saberes técnicos, y a diferencia de otros grandes del medio, jamás se casó con una sola cámara o formato.
Usó cámaras de gran formato y trípode —como la Deardorff de 8×10—, cámaras de visión y las de formato medio Rolleiflex y la Hasselblad con lentes fijos.
Sabemos mucho sobre cómo Newman solía trabajar porque él mismo registraba cada detalle de sus sesiones en diarios a los que llamó “libros de sesiones”.
Como podéis ver en este ejemplo, anotaba nombre, película usada, descripciones y fechas, entre otros datos.

Además, Newman dejó una extensa bibliografía y múltiples entrevistas en las que esclarece su técnica y método de trabajo y su filosofía de la fotografía, toda la cual se revela en sus retratos ambientales.
Retratos ambientales de Arnold Newman
La fotografía de retrato previa a Arnold Newman se caracterizaba por exponer al sujeto en un entorno de estudio genérico, de modo que el ambiente, el espacio negativo, solo complementaba la composición pero sin añadir información del modelo.
Es verdad que hubo quienes ya estaban haciendo “retratos ambientales” antes de Newman.
Por ejemplo, August Sander, considerado padre de la fotografía documental, solía retratar a sus sujetos en sus entornos cotidianos.
Si era un panadero, Sander lo retrataba en la zona de cocina. Si se trataba de una pintora, la fotografiaba en su estudio, y así sucesivamente.
Lo novedoso con Newman es que lo lleva un poco más allá: no hace que el entorno sea un elemento pasivo y complementario, sino que envuelve al sujeto con su ambiente. Nos esclarece mejor lo que realiza nuestro modelo, nos cuenta su historia.
Crea un concepto alrededor de cada fotografía según la vida y obra del sujeto.
Mirad estas fotos.
El padre de Ana Frank, Otto Frank, en una sórdida habitación vacía.
Leonard Bernstein solo mientras revisa partituras.
O Salvador Dalí en una pose dramática y extravagante junto a unas cuerdas que recuerdan a su arte surrealista.
Y no obviemos esas poses tan representativas de Truman Capote y Woody Allen.
Son retratos que muestran al sujeto desde la distancia, mostrándonos un entorno lleno de información fácilmente reconocible.
Nos da la impresión de ver al sujeto inmerso en sus propios pensamientos sobre el trabajo que realiza.
Un ejemplo temprano de este tipo de retratos, tan cargado de elementos yuxtapuestos, es el pintor alemán George Grosz. Si echáis un vistazo a la obra de este artista, notaréis que la foto posee características clave de sus pinturas.

Esto no significa que las fotos de Newman estén llenas de elementos siempre.
Simplemente depende del sujeto.
En el retrato de Cartier-Bresson nos podemos fijar en que el fondo es una pared descuidada.

Pero un fondo tan simple como ese también nos sirve de símbolo de la carrera del francés, ya que revela que gran parte de su obra estuvo centrada en la fotografía callejera. Que luzca con la mirada perdida, como si la toma fuera espontánea, puede tomarse como otra referencia a su obra y su “instante decisivo”.
Esta fotografía también implica que Newman tenía una habilidad excepcional para ganarse la confianza de las personas y hacerlas sentir cómodas.
Si incluso logró que Cartier-Bresson se dejara tomar una foto —cuando, a duras penas, se conocen unas contadas fotos del maestro— ¿quién no querría dejarse fotografiar por el retratista?
Un ejemplo más: el icónico retrato a Pablo Picasso.
En esta ocasión, Newman decidió irse al otro extremo: un primer plano del rostro del pintor y su mirada fija a la cámara. No siempre se trata de forzar la participación de un entorno cargado de símbolos. Si el sujeto lo requiere, puede no haber nada.

¿Y qué fin tiene realmente el retrato ambiental según Newman?
Obviando que en realidad él despreciaba ese término, el retrato ambiental no pretendía “mostrar el alma” o la esencia de su sujeto.
Os parecerá contradictorio tomando en cuenta todo lo dicho anteriormente, pero no.
En sus propias palabras:
Me parece que ninguna foto puede ser el resumen final de una personalidad. Hay tantas facetas en cada ser humano que es imposible presentarlas todas en una fotografía. (…)
Cualquier intento fotográfico de mostrar al hombre completo carece de sentido. Sólo podemos mostrar, lo mejor que podamos, lo que revela el hombre exterior. El hombre interior rara vez se revela a nadie, a veces ni siquiera a sí mismo.
Al final, lo que Newman lograba era destacar una faceta particular de su modelo, lo que le hace parecer más cercano y real de cara al público. Su objetivo, por lo tanto, era crear una fotografía de aire conceptual y lejos de las pretensiones del fotoperiodismo.
Continuó:
La fotografía, como todos sabemos, no es real en absoluto. Es una ilusión de realidad con la que creamos nuestro propio mundo privado.
Retratos célebres de Arnold Newman
Quizá no haya fotografía de Arnold Newman más representativa de su estilo que aquel retrato de 1947 del compositor ruso-estadounidense Igor Stravinsky.
La revista Harper’s Bazaar, que acababa de contratar al fotógrafo, encargó la sesión fotográfica e irónicamente, la foto jamás fue publicada para el artículo previsto.

Observad esa cuidadosa geometría entre las paredes, el bastidor del piano y la forma de la tapa, similar a una nota musical abstracta. Stravinsky mientras luce sereno, tranquilo y pensativo. Es una composición minimalista e increíblemente comunicativa.
Una composición más arriesgada y dinámica se encuentra en el retrato de 1963 al empresario nazi Alfried Krupp, quien usó mano esclava en sus fábricas de armamento para el régimen alemán.
Fue condenado a doce años de prisión tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad sólo cumplió dos.

El retrato se tomó en una de esas antiguas fábricas, ya arruinadas, de Krupp.
Newman se ganó su confianza e hizo algo fuera de lo acostumbrado: indicar una pose al modelo. En concreto, le pidió al empresario que juntara sus manos.
La imagen no gustó en absoluto al criminal, claro está.
Pero Newman, un judío, había conseguido una venganza simbólica.
Lo poderoso del retrato está en el uso del color, y el juego entre luces y sombras que ayudan a destacar el rostro de Krupp.
Su mirada fija de aspecto sombrío a cámara jamás habría tenido el mismo poder visual en blanco y negro y con una iluminación plana.
De nuevo, todos los elementos se mezclan y simbolizan algo: el entorno sucio de un lugar de abusos, la oscuridad literal como reflejo de la maldad, sus manos entrelazadas a modo de signo de su único interés: la codicia. Y esos colores de una tonalidad parecida a algo podrido y oxidado.
Sin duda una fotografía bastante poderosa e inquietante.
Libros de Arnold Newman
El Regalo de Newman: 50 Años de Fotografía (1998)
Unos de los pocos libros sobre Arnold Newman en español corresponde a una publicación de 70 páginas y tapa blanda, editada por la Fundación Pedro Barrie de la Maza. Es una introducción básica para conocer más del artista y se puede conseguir de segunda mano en el mercado, junto al otro libro Los Grandes Fotógrafos: Arnold Newman, de 1983.
Arnold Newman (2006)
El curador de fotografía Philip Brookman escribió este fotolibro de casi 300 páginas que detalla desde los inicios de Newman hasta sus últimos trabajos. Es un gran libro (tanto en calidad como en tamaño) que sirve a modo de extenso portfolio para comprender y maravillarse de la obra del fotógrafo.
Masterclass: Arnold Newman (2012)
Este libro de William A. Ewing contiene entrevistas a Newman y sus modelos, ensayos y una gran selección de fotografías de retrato, arquitectura y abstracciones, en blanco y negro y a color, sumando además algunas inéditas. También incluye, cómo no, algunos de sus retratos más célebres, como los de Marilyn Monroe, Gore Vidal o Truman Capote, y anécdotas al respecto.
Galería y frases de Arnold Newman
No me propuse hacer algo diferente, sino algo que me interesara. No intentaba ser vanguardista, eso es estar a la moda. No te propones revolucionar el arte, haces declaraciones para ti mismo.
Muchos fotógrafos piensan que si compran una cámara mejor podrán hacer mejores fotografías. Una cámara mejor no hará nada por ti si no tienes nada en la cabeza o en el corazón.
Las influencias vienen de todas partes, pero cuando estás rodando trabajas sobre todo por instinto. Pero, ¿qué es el instinto? Es una acumulación de influencias a lo largo de toda una vida: experiencia, conocimiento, ver y oír. Al hacer una fotografía hay poco tiempo para la reflexión. Todas tus experiencias llegan a un punto álgido y trabajas en dos niveles: consciente e inconsciente.
No creo que ningún estudiante, ningún fotógrafo, ninguna persona deba hacer fotos como las hago yo. Las hago porque es mi forma de ser, y así es como debe ser. Si intento ser otra cosa e intento hacer fotos o hablarte con humor porque creo que me voy a echar unas risas, no. Otra persona, como Duane Michals podría ser gracioso. Él es así, me hace reír todo el tiempo. Pero es él mismo. Un escritor debe ser él mismo, un pintor, todos nosotros, o de repente perdemos lo que tenemos.
Creo que la fotografía es una cuestión de controlar lo que tienes delante y hacer que haga tu voluntad. Esto, por supuesto, implica un dominio absoluto de la cámara, del medio, de las técnicas, y la capacidad de trabajar con el sujeto y conseguir que éste, de buena gana y feliz, sin ningún sentimiento de cohibición, caiga en aquellas cosas que le son naturales.
Esto es algo muy complicado de conseguir en el retrato. Los míos son retratos deliberadamente autoconscientes y, por lo tanto, no contienen ningún sentimiento forzado de franqueza. El sujeto no es consciente del hecho de que estoy esperando…, así que las cosas empiezan a suceder y el hombre empieza a revelarse.
Si el fondo se vuelve abrumador y se pierde la personalidad, entonces no he hecho un buen retrato. El mundo está lleno de personas inteligentes que en realidad no buscan ser halagadas; lo que realmente quieren es ser comprendidas.
Cuanto más conozco a mi retratado y más me conoce a mí, las fotos tomadas al final de una sesión son muchísimo mejores.
Legado de Arnold Newman
Las fotos de Arnold Newman son exhibidas permanentemente en los más importantes museos e instituciones tales como el MoMA y el Centro Internacional de Fotografía, la Universidad de Arizona, el Museo de Israel y el Museo de Tel Aviv, la Galería Nacional de Canadá e incluso en la Colección de Arte de la Universidad de Nihon, en Tokio.
Algunas de sus distinciones incluyen el premio Photokina de 1951, Premio Lucie por excelencia en el retrato y Premio Master of Photography de los Infinity Awards de 1999, así como la Medalla de Oro en la Bienal de Venecia de 1963 y de la The National Arts Club.
Su legado también se ha celebrado a través de exposiciones colectivas como la World Photography, 150 Years of Photography en Praga, Checoslovaquia, en 1990; y retrospectivas individuales como Arnold Newman’s Americans de la National Portrait Gallery, en Washington, hacia 1992. Una exposición similar se celebró en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, Venezuela, y múltiples más ha habido en Europa, Asia y América hasta en la actualidad. La lista es interminable.
Gran parte de su archivo está en manos del Centro Harry Ransom Humanities Research de la Universidad de Texas.
Activo hasta el final de su vida, Newman falleció a sus 88 años el 6 de junio de 2006 a causa de un paro cardíaco, en Nueva York.
Podéis ver más retratos inspiradores en la galería de la página oficial del fotógrafo.
Un fotógrafo siempre debe estar preparándose para un momento oportuno. Sólo tenemos un instante para pensar y actuar.

No te pierdas...
- Arnold Newman – The Art of Photography (ENG): https://youtu.be/9_EdCBhmBzc?si=wBUjxKmEj_abo4QG
- A Conversation With Arnold Newman (ENG): https://youtu.be/yIae9LD6QdU?si=NnvOm4TZpj-R-2tz
- Annie Leibovitz, la retratista de las celebridades: https://fotonistas.com/fotopedia/1980-2000-el-cambio/annie-leibovitz-la-retratista-de-las-celebridades/
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los retratos más icónicos e influyentes de Arnold Newman?
Sus retratos a Marilyn Monroe, Igor Stravinsky, Alfried Krupp, Andy Warhol y Martha Graham y Pablo Picasso se encuentran entre los más celebrados e icónicos de toda su carrera.
¿Qué celebridades retrató Arnold Newman?
Además de los ya mencionados, Newman también retrató al pintor neerlandés Piet Mondrian, el fundador nacional de Israel David Ben-Gurion, la política Eleanor Roosevelt, los presidentes estadounidenses John F. Kennedy y Ronald Reagan, así como al escritor Arthur Miller y las actrices Marlene Dietrich y Audrey Hepburn.
¿Quiénes se inspiraron en la obra de Newman?
Quienes son considerados a menudo como deudores directos de la obra de Newman son Richard Avedon y Annie Leibovitz, ambos retratistas de celebridades que crean conceptos alrededor de sus sujetos. Otros fotógrafos influidos por el retratista incluyen al neoyorquino Martin Schoeller y el griego Platon, los dos reconocidos por sus retratos de primer plano de los famosos.
Fuentes
- https://www.nytimes.com/2018/11/26/lens/examining-arnold-newmans-environmental-portraits.html
- https://aboutphotography.blog/photographer/arnold-newman#google_vignette
- https://arnoldnewman.com/biography.htmlhttps://www.nytimes.com/2006/06/07/arts/07newman.html
- https://www.britannica.com/biography/Arnold-Newman
Hablando de conocer la vida de los fotógrafos que han hecho historia…
¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?