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August Sander fue un fotógrafo alemán pionero de la fotografía documental y humanista, incluso para algunos el máximo responsable de la definición de este género. Siempre buscaba la objetividad, sin renegar de su cercanía y simpatía con las personas que fotografiaba, ni de la influencia de su propio pensamiento político. 

Abordó otros géneros como el paisajismo y la arquitectura con gran soltura, pero se le recuerda por su proyecto Gente del siglo XX, su magnum opus inconclusa destruida por los nazis en la que retrató a la sociedad alemana y, por extensión, a la humanidad entera. 

Durante más de cuarenta años creó esta especie de enciclopedia de retrato sociológico del que nada menos que grandes como Richard Avedon, Diane Arbus, Walker Evans, Dorothea Lange, Rineke Dijkstra, Bernd y Hilla Becher e Irving Penn son absolutos deudores. 

Os lo contamos todo. 

Hoy con la fotografía podemos comunicar nuestros pensamientos, concepciones y realidades a todos los pueblos de la tierra; si añadimos la fecha del año tenemos el poder de fijar la historia del mundo.

Biografía de August Sander

De minero a asistente de fotografía 

 

August Sander nació el 17 de noviembre de 1876 en Herford, Alemania, en una familia de obreros dedicados a la agricultura y la minería. 

Parecía ser que el jovencito Sander sería un minero más, pero un súbito encuentro con un fotógrafo también obrero de la misma compañía en Siegen donde trabajaba toda la familia del muchacho, cambió todo. 

Se cree que esto debió ser en algún momento de 1893, cuando Sander tenía 17 años.

Aquel fotógrafo necesitaba ayuda para transportar su equipo y el joven August, curioso y entusiasmado por la cámara, pronto quedó fascinado con el oficio. 

Ya para 1897 y 1899 decidió trabajar como asistente de fotografía al tiempo que cursaba el servicio militar obligatorio en Tréveris. 

Dos años después trabajó en el estudio de Georg Jung mientras estudiaba fotografía y pintura. Este trabajo le permitió viajar y conocer Berlín, Magdeburgo y Leipzig. Para entonces Sander ya tenía su primera cámara, gracias a la ayuda de un tío en particular.

Autorretrato de August Sander (1925)

Colonia y La Nueva Objetividad 

 

Para 1902 Sander se casó con Anna Seitenmacher y crearon juntos su primer estudio de fotografía. Al año siguiente, tuvieron su primer hijo, Erich. En 1909 los Sander, entonces ya con otro peque llamado Gunther, se trasladaron a Colonia. 

Después de múltiples viajes en los que realizó fotografía callejera, de naturaleza, arquitectura y retrato, el fotógrafo ya era un reputado profesional del medio. 

En los años 1910 y 1911 comenzó las primeras fotografías que serían parte de su titánico proyecto Gente del Siglo XX, siendo las primeras fotos de clientes que confiaban bastante en él y su profesionalismo. Décadas después el propio fotógrafo lo aclaró de esta forma:

 

En el año 1911 inicié en Colonia, mi patria adoptiva, los primeros trabajos de mi obra Hombres del siglo XX. Los personajes de la carpeta surgieron de mi patria chica, Westerwald. Personas cuyas costumbres conocía desde mi juventud me parecieron apropiadas, por su vinculación a la naturaleza, para materializar mi idea en una carpeta original. Este fue el punto de partida, y todos los tipos encontrados los subordiné al arquetipo que poseía todas las características de lo genéricamente humano.

 

Sin embargo, por aquel entonces Sander aún no tenía un concepto definido. 

En realidad, su proyecto como tal nació en algún momento de 1920 y lo desarrolló a fondo a mediados de dicha década, en un crudo contexto de entreguerras en el que se unió al Grupo de Artistas Progresistas de Colonia (Gruppe Progressiver Künstler Köln).

No era más que un club de artistas visuales partidarios del movimiento artístico alemán Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad) que buscaba crear arte vanguardista basado en el realismo social de su contemporaneidad. 

La tendencia era la contraposición al tópico del arte por el arte, que se notaba en otros movimientos artísticos como el entonces popular expresionismo. Eran partidarios del socialismo y los pintores Franz Wilhelm Seiwert y Heinrich Hoerle encabezaban el grupo.

Es aquí donde finalmente nace el proyecto que originalmente Sander tituló Menschen des 20 Jahrhunderts o Hombres del siglo XX. 

¿Quién fue August Sander?

 

August Sander es uno de los fotógrafos documentalistas más relevantes de todos los tiempos. 

Su estilo de fotografía de gran homogeneidad de gentes buscaba retratar no sólo individuos sino a grupos sociales enteros y sus diferentes costumbres. Creó toda su obra durante los años del Imperio Alemán, la República de Weimar y el nazismo.

Influido por Alfred Stieglitz y Julia Margaret Cameron, Sander era partidario de la fotografía directa y creía que la fotografía servía como documento histórico y obra artística al mismo tiempo. Buscaba por encima de todo la verdad objetiva e histórica a través de la cámara.

Pese a sus aportes a la fotografía, el reconocimiento a Sander en vida fue escaso. Su fama mundial llegó tras ser incluido en la histórica exposición internacional del MoMA, dirigida por Edward Steichen, The Family Of Man, hacia 1955. 

Solo algunos fotógrafos como los famosos retratistas estadounidenses de la Gran Depresión, Walker Evans y Dorothea Lange, le conocían a principios de los años treinta. La influencia en ambos fue instantánea, siendo los dos referentes del género documental. Digamos que Sander construyó el suelo, y el dúo Evans-Lange ayudó a construir parte de la casa.

Finalmente la obra maestra de Sander salió a la luz en 1966 gracias a su hijo Gunther, dos años después del fallecimiento del fotógrafo a sus 85 años, a consecuencia de un derrame cerebral. 

En todo caso, debido a su propia naturaleza, Gente del Siglo XX sería un proyecto casi inacabable. 

Gente del siglo XX

 

Ahora sí, hablemos deGente del Siglo XX. ¿Por qué este proyecto ha resultado tan revolucionario para la historia de la fotografía?

Que sea una referencia obligatoria cuando se habla de la fotografía documental sucede porque tenía un concepto poderoso y único para su contexto histórico. 

La intención de Sander de “retratar a la humanidad” se tradujo a un archivo de 46 carpetas, 7 volúmenes y dividiendo la sociedad en siete grupos sociales con distintas subcategorías. A saber:

  1. El granjero
  2. El artesano 
  3. Mujeres 
  4. Los artistas
  5. Clases y profesiones
  6. La gran ciudad
  7. Los Últimos

“Los Últimos” (Die letzten Menschen) venía a ser una suerte de etiqueta para agrupar a todos los grupos marginados, como personas con discapacidad y enfermedades mentales, o aquellas en la tercera edad o en situación de abandono. 

Sander se valió de los gestos, la vestimenta y poses de sus sujetos para enfatizar el rol social que cumplían, según los estereotipos y expectativas de la sociedad. Además, él decidió empezar su proyecto desde su entorno más cercano, como sus mismos clientes y todas esas personas, tan diferentes y únicas entre sí, que conocía en toda Colonia.

El primer vistazo al público hacia esta megaserie sería en 1927 en una exhibición pública, y en 1929 publicó el libro El rostro de nuestro tiempo (Antlitz der Zeit) consistente en 60 retratos de Gente del Siglo XX.

Aquello obtuvo elogios universales pero también levantó la indignación de un grupo reaccionario en auge: los nazis.

Porque pese a que Sander no estaba interesado en ofrecer un mensaje abiertamente político, la filosofía detrás de su proyecto/megaserie conceptual era claramente la opuesta a lo propuesto por el ideal ario. 

Gente del Siglo XX mostraba la realidad y con ello, la rica diversidad e imperfecciones del pueblo alemán. A nivel compositivo, técnico y moral, Sander trataba igual en su obra fotográfica al general nazi, al artista circense o al vagabundo.

 

 

Los años del nazismo y el paisajismo

 

En las fotos de Gente del Siglo XX no existe ningún favoritismo ni nadie era superior o inferior a nadie.

Los nazis no podían permitirse una obra que registrara gente a la que consideraban básicamente una “basura que debía exterminarse”. 

Era una ofensa con un mensaje impensable para ellos. Así que tras la toma del poder del nazismo, la obra de Sander comenzó a estar en peligro. 

Para 1935 prohibieron la venta de su libro y quemaron todas las copias que consiguieron. 

Producto de estas represalias, August Sander puso su enfoque hacia la fotografía de naturaleza. Es en esta etapa donde evidencia su talento por el paisajismo, aunque seguía trabajando en su ambicioso proyecto en secreto. 

Ese mismo año arrestaron a su hijo Erich Sander, filósofo y economista socialista, y lo condenaron a diez años de prisión por su activismo político, tiempo en el que realizó fotografías de los presos y las condiciones infrahumanas a las que eran expuestos. 

Esta obra del hijo del fotógrafo también fue incluida en Gente del Siglo XX.

Por desgracia, son pocas las fotos supervivientes. 

Porque en 1944 August Sander recibió el peor golpe de su vida. 

En una represalia brutal, los nazis saquearon su taller en Colonia y quemaron todo, destruyendo en el proceso más de 40,000 placas de cristal. 

Alrededor de 10,000 placas pudo salvar del archivo que estuvo décadas construyendo. Y por desgracia, perdió aún más placas tras el súbito bombardeo de los aliados a su casa en Kunchhausen poco después, que quedó completamente destruida. 

Al final solo pudo salvar 2000 negativos.

Por si fuera poco, Sander procesaba el duelo por el reciente fallecimiento de Erich a consecuencia de una ruptura de apéndice infectado. 

Y pese al horrendo panorama, el fotógrafo siguió adelante: mantuvo con éxito su negocio de fotografía, continuó trabajando en su proyecto y comenzaba a tener, al fin, fama internacional. 

 

 

Fotos de August Sander y estilo fotográfico

 

Los retratos de August Sander destacan por su aparente imparcialidad, toque formal, detallismo, vista frontal y relativo distanciamiento, mostrándonos el entorno cotidiano de sus sujetos. 

Siempre desde un plano medio o bien con el sujeto “de cara a cara” con la cámara. Es decir, nuestros personajes miran al lente o cerca de la misma, pero dando la impresión de que estaban siendo fotografiados de repente mientras hacían sus actividades regulares.

Sander nos lo decía de esta forma:

 

Podemos saber por la apariencia el trabajo que alguien hace o no hace; podemos leer en su rostro si está feliz o preocupado, porque la vida inevitablemente deja su huella allí.

 

Las fotos eran realizadas con una pesada y anticuada cámara de gran formato que tenía un tiempo de exposición medio de dos segundos y posibilita negativos de 18 x 24 cm. 

Transportar la cámara de un lugar a otro y todo el laborioso proceso técnico que había detrás del revelado, era una tarea titánica. 

Sin embargo, Sander prefirió sacrificar la comodidad para dar con un trabajo mejor acabado, algo que con una Leica, la favorita de muchos grandes fotógrafos de la época, no era posible.

Pero ¿a qué género fotográfico pertenecía August Sander?

Podría considerarse que lo suyo fue una mezcla entre fotografía proto-documental y proto-humanista. 

Quizá también como una especie de ejercicio etnográfico visual.

Hay que recordar que para entonces la fotografía documental no existía como género. 

De hecho, el término ni siquiera existía. 

Fue August Sander una de las personalidades clave que definió el género, en especial junto a su homólogo francés Eugene Atget.

Ahora os explicaremos algunas de las características clave del estilo de fotografía de Sander. 

 

  • Individuos como arquetipos

 

Ninguno de estos retratos trata sobre un sujeto individual. 

La persona retratada se convierte, en los ojos de Sander, en una representación del grupo social al cual pertenece. 

Lo suyo fue, si se quiere, un primitivo juego de fotografía conceptual. Un gran ejemplo de ello es la fotografía Pastelero, de 1922. 

Pastelero

¿No os parece una imagen sumamente cercana? 

El rol del sujeto no podía ser más claro: tiene la bata, la olla, el aspecto físico que corresponde a un estereotipo y Sander nos lo enfatiza al enfocar el personaje dejándonos todo el fondo completamente nublado. 

Nuestro pastelero ocupa todo el centro de la imagen y nunca sabremos su nombre. 

No es casualidad: el fotógrafo acostumbraba no poner títulos a sus fotografías o solo mencionaba el rol del sujeto, no su nombre. 

Irónicamente, la obra de Sander no suele ser consumida como un conjunto, sino que se conoce más de él gracias a fotos individuales como esta.

En todo caso, logró su objetivo: categorizar la humanidad tal como suele hacerse en las ciencias naturales con el resto de seres vivos. 

Pero en lugar de resaltar patrones y diferencias biológicas, documentó los variopintos elementos sociales que nos hace ser quienes somos.

 

  • Modernismo y cambio social 

 

Al pretender Sander retratar la sociedad en su conjunto desde un “ojo objetivo” no solo debía tratar a todos sus sujetos por igual, sino que era necesario, claramente, exponer a quienes estuvieran desafiando sus roles tradicionales. 

Los casos más evidentes vienen a ser las fotografías de mujeres y granjeros. 

La fotografía Secretaria de la Radio de Alemania Occidental (1930) nos muestra una mujer que fuma, tiene el pelo corto y parece confiada e independiente. 

Hoy no parece nada interesante, incluso es una realidad que se da tan por sentado que es absurdo no imaginársela. 

Otro ejemplo está en La esposa del pintor (Helene Abelen) de 1926. 

Clara representación del arquetipo de “nueva mujer” que desafiaba las normas sociales de la época: mujeres con pantalón, con peinados “masculinizantes” y aspecto andrógino.

Os recordamos el contexto. Esto era en la República de Weimar. 

Hace más de 90 años. 

Lo normal habría sido para Sander retratar a las mujeres solamente en el espacio doméstico.

Pero obedeciendo a su máxima de exponer la realidad de la sociedad alemana, no temió documentar asimismo lo que fuera entonces una novedad e incluso algo ofensivo. 

Otro caso ejemplar es la icónica fotografía Jóvenes Granjeros de 1914, y publicada por primera vez en 1929.

Es evidente que no es la típica imagen de un campesino o agricultor. Nada que ver. 

Pero ilustra una realidad nueva para aquella Alemania convulsa y sin embargo, en constante crecimiento. 

Solo unos años antes habría sido imposible para estos campesinos provincianos comprar tales trajes. 

El contexto es triste, cuando menos: ellos no saben las nefastas consecuencias que traía la apenas iniciada Primera Guerra Mundial. La aparente mejora socioeconómica sólo era una ilusión.

 

  • Retratos naturales y realismo social

 

El tiempo de exposición de dos segundos usado por Sander implicaba dos cosas: que el sujeto no se moviera y que fuera lo más natural posible, él no les decía cómo debían posar o si era necesario que sacaran una sonrisa. 

Simplemente les permitió ser ellos mismos, como en la foto de los granjeros. 

El carisma del fotógrafo y su facilidad para ganarse la confianza de sus modelos hizo todo lo demás. 

Igual os recordamos que, sobre todo en sus fotografías en Colonia, se trataba de gente a la que conocía bastante bien. 

Si algo detestaba Sander era crear una simple “fotografía de estudio” con un entorno genérico previamente preparado con amplios decorados y modificación fotográfica. Esto restaría personalidad a sus sujetos y lo expondría como un fotógrafo pictorialista.

Este enfoque en el realismo social era novedoso porque eran los años del pictorialismo: la fotografía y en especial el retrato fotográfico a menudo se hacía emulando el estilo de la pintura. 

Sander, además, como se mencionó antes, no distinguía entre un sujeto y otro, así fuera un campesino, una amistad, o artistas y políticos.  Lo suyo era todo lo contrario a una “fotografía burguesa”.

Lo que podemos aprender de August Sander

 

  • ¿Quién dijo que era necesario viajar para “retratar a la humanidad”? 

 

Sander empezó desde donde pudo y eso es una lección que todo amante de la fotografía debe comprender. Tampoco temió las represalias del régimen nazi: obviamente tomó precauciones, pero siguió trabajando en su proyecto. 

 

  • Exploración de la fotografía a fondo 

 

Sander se inició como fotógrafo de estudio, luego como fotógrafo de viajes y finalmente exploró la fotografía callejera, de arquitectura y naturaleza, incluso incursionó en estudios de botánica. 

Lo que nos dice esto es claro: nuestro documentalista tenía una evidente especialización, pero no llegó ahí de la nada. Nunca dejó de aprender y con la práctica se convirtió en un maestro del cuarto oscuro y de la composición fotográfica, hasta por fin conocer la rama de la fotografía donde más destacaba. 

 

  • Inspiración de otras artes y artistas 

 

Sander se rodeó de pintores, escultores y artistas visuales en general de distintas ramas y movimientos, como la mencionada Nueva Objetividad, pero también el dadaísmo y el surrealismo. Y aunque no los conoció en persona, está claro que el fotógrafo conocía la obra de Alfred Stieglitz, promotor de la fotografía directa y maestro de Paul Strand. 

Legado de August Sander 

 

Es cierto: de August Sander no se puede hablar tanto como de otros maestros que definieron varios géneros de la fotografía, tales como W. Eugene Smith o el mencionado Strand y Cartier-Bresson. Porque mientras Strand, por ejemplo, abarcó distintos y extensos proyectos, Sander apenas pudo completar su obra.

Sander fue declarado Ciudadano honorario de Herdorf en 1958 y ganador del Premio de Cultura de la Sociedad Alemana de Fotografía en 1961. De los pocos honores que recibió en vida. Ya en 1984 se le incluyó en el Salón Internacional de la Fama de la Fotografía.

El MoMA le dedicó su primera exposición póstuma en 1971. Otras exhibiciones destacables incluyen las de la Fundación Henri Cartier-Bresson en París en 2009 y la de La Virreina Centre De La Imatge en Barcelona en 2019. El Círculo de Bellas Artes también realizó una amplia exposición a su obra a principios y mediados de 2020.

A principios de la década de 1990 el nieto de Sander, Gerd Sander, imprimió múltiples negativos del fotógrafo y lideró varias exposiciones alrededor del mundo que ayudaron a redescubrir al pionero documentalista. El August-Sander-Park de Colonia lleva su nombre en su honor.

La organización sin ánimos de lucro de Colonia Die Fotographische Sammlung/SK Stifkung Kultur gestiona todo el archivo de Sander, aunque en la actualidad se encuentra en un pleito legal no esclarecido con el bisnieto del fotógrafo, el galerista Julian Sander, quien decidió vender activos NTP de las fotografías del documentalista en 2022 sin los debidos permisos.

Por si os quedan más ganas de conocer de August Sander, Die Photographische Sammlung/SK Stiftung Kultur ha publicado una versión definitiva de August Sander: People of the 20th Century. Es un libro de 800 páginas y más de 600 fotografías con una edición excelente, aunque solo está disponible en inglés. 

Por cierto, ¿no os recuerda a Diane Arbus esta foto de August Sander? No creáis en casualidades en fotografía.

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Preguntas frecuentes

¿Qué equipo fotográfico utilizaba August Sander?

Sander usaba negativos de placas de cristal de 18 x 24 cms y los imprimía en papel satinado, usando siempre cámaras de gran formato marca Ernemann. 

¿Por qué se considera que August Sander es el padre de la fotografía documental?

Su imprescindible obra Gente del Siglo XX presentaba la nueva posibilidad de usar la fotografía para documentación antropológica. Documentó Colonia antes de la guerra y sus retratos a menudo tan políticos y a la vez en apariencia totalmente imparciales, influyeron sobre miles de amantes de la fotografía.

¿Qué estilo de fotografía manejaba Sander?

Fotografía blanco y negro siguiendo los patrones de la fotografía directa: detalle y nitidez al máximo. Prefería colocar al sujeto al frente mirando a cámara y en una posición natural a elección del protagonista.

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