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La que se puede considerar como la primera fotografía de la historia es un triunfo del empeño humano, que buscaba doblegar la naturaleza a su voluntad en plena revolución industrial.

En los inicios del s.XIX, fuego, viento, vapor, gas y electricidad ya estaban siendo explotados por la industria, la construcción o el transporte. No fue accidental por tanto el descubrimiento de la fotografía sino la búsqueda de mejorar la tecnología a la hora de reemplazar ciertas tareas:

  • Niépce quería evitar el trabajo del grabado a mano
  • Daguerre estaba harto de pintar grandes paneles para sus dioramas
  • Fox Talbot buscaba algo que solucionase su incapacidad para dibujar

La rápida difusión de la fotografía por el mundo debemos agradecérsela al gobierno francés y al proceso de Daguerre que no dependía de complicadas fórmulas químicas.

Ese rápido crecimiento fue también la causa de miedos y aversiones: mientras que otros procesos artísticos necesitaban de un profundo conocimiento, talento y habilidad, la fotografía estaba al alcance de cualquier persona con alto nivel económico y sin ninguna capacidad artística.

Así empezaría una “guerra” entre la fotografía y la pintura en la que la fotografía lucharía por ser reconocida como arte. Pero esa es otra historia.

Que fascinante sería poder hacer que estas imágenes naturales se grabasen de forma duradera y quedaran fijadas en el papel. (H. F. Talbot / 1833)

Breve historia de la fotgrafía

Si bien los inicios de la Cámara Oscura como antecedente de la fotografía se remontan a Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) y su visión estenopeica que se consigue al estar dentro de una habitación oscura y cerrada y un exterior iluminado
potentemente, no es hasta el siglo XVIII cuando se empiezan a obtener las primeras imágenes fotográficas.

El término cámara deriva de camera, que en latín significa ‘habitación’ o ‘cámara’. La cámara oscura original era una habitación cuya única fuente de luz era un minúsculo orificio en una de las paredes. La luz que penetraba en ella por aquel orificio proyectaba una imagen del exterior en la pared opuesta.

Aunque la imagen así formada resultaba invertida y borrosa, los artistas utilizaron esta técnica, mucho antes de que se inventase la película, para esbozar escenas proyectadas por la cámara. Con el transcurso de los siglos la cámara oscura evolucionó y se convirtió en una pequeña caja manejable, y al orificio se le instaló una lente óptica para conseguir una imagen más clara y definida.

La sensibilidad a la luz de ciertos compuestos de plata, particularmente el nitrato y el cloruro de plata, era ya conocida antes de que los científicos británicos Thomas Wedgwood y Humphry Davy comenzaran sus experimentos a finales del siglo XVIII para obtener imágenes fotográficas. Consiguieron producir imágenes de cuadros, siluetas de hojas y perfiles humanos utilizando papel recubierto de cloruro de plata. Estas fotos no eran permanentes, ya que después de exponerlas a la luz, toda la superficie del papel se ennegrecía.

Historia-de-la-fotografia-analogica

¿Cuando se realizó entonces la primera fotografía de la historia?

Aunque hubieron varias personas que descubrieron la forma de fijar las fotografías prácticamente al mismo tiempo y en diferentes puntos del planeta, se considera que la primera fotografía analógica de la historia es “Vista desde la ventana en Le Gras”, data de junio de 1826 y su autor es el físico francés Josep Nicéphore Niépce.

A estas primeras fotografías se les llamaban heliografías, es decir, escritas por el sol.

Un disparo de 8 horas y 10 minutos, motivo por el cual todo está lleno de luz, la tierra no para de moverse y el sol lo llena todo. Y aunque parezca mentira, le falta exposición.

Es importante tener en cuenta que esta fotografía es la más antigua conservada y que es probable que hubieran existido otras anteriores que no se llegaron a cuidar y proteger.

Vista desde la ventana en Le Gras

Esta es la imagen creada por una cámara oscura que quedó fijada en una placa de peltre a la que aplicó betún de judea.

Para fijar la imagen disolvió betún sensible a la luz en aceite de lavanda y aplicó una fina capa sobre una placa de peltre pulido. Insertó la placa en una cámara oscura y la colocó cerca de una ventana en su cuarto de trabajo del segundo piso. Después de varios días de exposición a la luz solar, la placa produjo una impresión del patio, las dependencias y los árboles del exterior. Al escribir sobre su proceso en diciembre de 1827, Niépce reconoció que requería mejoras adicionales, pero que, sin embargo, era “el primer paso incierto en una dirección completamente nueva”.

El peltre es una aleación compuesta por estaño, cobre, antimonio y plomo y por la acción del betún de judea (se sabe que no utilizó el original que se conocía desde el tiempo de los egipcios) sobre este material se conseguía un positivo directo.

La placa que portaba la imagen en betún de Judea era sumergida en un baño de ácido que atacaba el metal en los lugares donde estaba descubierto, es decir los que correspondían a los trazos del dibujo.

El barniz en betún es impermeable al ácido al cual impide de alcanzar el soporte. Una vez que los trazos se grababan en el metal, el inventor eliminaba de la placa el barniz de betún, para guardar la placa metálica con el dibujo grabado.

Una curiosidad…

 

Esta fotografía está tomada desde la ventana de la casa de Niépce. Pero esa imagen no cuadra exactamente con la vista desde ninguna de las  ventanas de su hogar, por lo que su autenticidad se puso en duda.

Más tarde se descubrió que, durante una reforma de esa casa se había movido una ventana. Buscada su posición original, la imagen encajaba a la perfección.

 

¿Que pasó después con esa primera fotografía?

 

Niépce dio la foto al botánico Franz Bauer. Se exhibe al público en 1898 por última vez para, posteriormente, caer en el olvido.

En 1937 los coleccionistas e historiadores británicos Helmut y Alison Gernsheim la recuperan y empiezan a mostrarla dentro de una colección que llevaban alimentando desde 1937 junto con otros trabajos de los pioneros en el mundo de la fotografía..

Cuando encontraron este ensayo subexpuesto de Niepce, consideraron que tenían por fin, la primera fotografía de la historia. Y así se encargaron de promoverlo en las exposiciones que organizaban y en sus libros.

En 1963 la Universidad de Texas compró la colección del matrimonio e incorporaron la fotografía de Niepce como uno de sus tesoros más preciados.

Ahora podemos verla en una exposición permanente dentro del Harry Ransom Center, biblioteca y museo de la universidad de Texas en Austin.

Si pasas por allí, no dejes de visitar ese trocito de historia.

Hablando de conocer la vida de los fotógrafos que han hecho historia…

¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?

 

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