William Eggleston es un fotógrafo estadounidense que muchos no logran comprender.
En 1976 el Museo de Arte Moderno de Nueva York dio la bienvenida por primera vez a una exposición de Eggleston e inmediatamente los críticos reaccionaron con horror: sólo veían fotografías de la cotidianidad con colores vivos y ningún tema o sujeto excepcional.
Desde entonces y hasta ahora aún hay quienes se preguntan:
¿Realmente las fotografías de William Eggleston son tan vacías, banales y aburridas?
¿Por qué es tan famoso?
Hoy os invitamos a comprender cómo este artista ha sido tan influyente en la historia de la fotografía gracias a su poderoso y distintivo dominio del color y la composición.
Porque, en parte, la crítica tenía razón. Pero no comprendieron que esa captura de la banalidad con colores intensos es una de las razones por las que William Eggleston se convertiría en el padrino de la fotografía a color.
”Estoy en guerra con lo obvio.
Biografía de William Eggleston
Primeros años
Nacido dentro de una adinerada familia sureña el 27 de julio de 1939 en Memphis, Tennessee, William Eggleston desde su niñez mostró interés por las artes visuales.
Le gustaba dibujar, juguetear con aparatos electrónicos y recortar fotografías de las revistas. Los múltiples pasatiempos del pequeño se vieron motivados debido a su personalidad curiosa e introvertida.
Eggleston tendría su primer contacto con la fotografía a los 18 gracias a su abuelo, y aunque pasó por diversas universidades, nunca completó sus estudios de arte. De hecho, jamás ha trabajado en toda su vida. Así que con su mente libre e inquieta tuvo tiempo de sobra para explorar una nueva pasión: la fotografía.
Su interés despertó en profundidad cuando un amigo le regaló una Leica y poco después descubrió, para su fascinación, el trabajo de los maestros Robert Frank, Walker Evans y Henri Cartier-Bresson. Durante casi un lustro, el entonces fotógrafo principiante disparó solamente en blanco y negro y con un estilo claramente inspirado por este trío de leyendas.
Esta influencia persistirá en menor grado en su trabajo posterior a color. Sea como fuere, a inicios de los sesenta Eggleston inició su primera etapa fotográfica, aprendiendo todo sobre fotografía de manera completamente autodidacta.
Color, Viva y John Szarkowski
No sería hasta 1965 cuando William Eggleston comenzó a fotografiar en color porque su amigo y fotógrafo William Christenberry se lo recomendó.
Eggleston observó el potencial en sí mismo tras revelar su foto Untitled (Memphis) (1965) por lo que se motivó a seguir fotografiando en color. Así dio inicio a sus primeras fotos de ese característico sello —entonces aún en desarrollo— que define toda su obra hasta el día de hoy.
Poco después conoció a la actriz Viva, a través de la cual pudo conocer también a Andy Warhol y su arte pop, otra influencia clave para la fotografía de Eggleston. Del mismo modo le inspiró el expresionismo abstracto, un movimiento en pleno auge e inspirado por los constructivistas rusos y la Bauhaus.
Encontró, además, una fuerte inspiración en su contemporáneo Lee Friedlander, a quien definió como un experto en crear composiciones aparentemente caóticas pero, en realidad, muy bien organizadas y pensadas.
Esa cualidad de Friedlander es omnipresente en la obra de Eggleston.
En resumen, todos los elementos para el éxito de William Eggleston ya estaban servidos, pero pasaría una década hasta que su nombre realmente empezara a sonar en la comunidad.
Pero… ¿Por qué William Eggleston es taaan importante?
Para comprender mejor la relevancia de Eggleston hay que conocer el contexto detrás: eran los finales de los años sesenta y Estados Unidos estaba más agitado socialmente que nunca.
Varios fotógrafos fueron obteniendo su reputación y éxito por retratar las variopintas realidades sociales que se desarrollaban entonces. O creaban su estilo con un enfoque hacia el dramatismo y el blanco y negro.
Al mismo tiempo el arte pop estaba en su apogeo y desde el MoMA se promovía a una nueva generación de fotógrafos que desafiaban los estándares.
Un nombre clave en tal movida fue John Szarkowski, el curador del MoMA y prolífico crítico de arte y autor que, a través de sus exposiciones, dio un reconocimiento sustancial a leyendas como Diane Arbus, Lee Friedlander, Garry Winogrand y el propio William Eggleston.
Eggleston reunió las características necesarias para verse como un outsider de la fotografía: fotografiaba a color, no tenía sujetos importantes ni socialmente reivindicativos y su hilo temático parecía soso, cuando no inexistente.
La fotografía a color no se tomaba para nada en serio en aquellos tiempos y se veía como un estilo fotográfico relegado a la publicidad y amateurs.
Szarkowski tenía un as bajo la manga: quería probar que la fotografía a color representaba un nuevo medio a explotar y que tal categoría fotográfica podría considerarse tan artística como lo es la fotografía en blanco y negro.
El curador conocía el trabajo de Eggleston desde 1967, pero fue en 1976 cuando organizaría la exposición que daría el estrellato al fotógrafo hasta gradualmente ser considerado una leyenda e incluso, para algunos, el padre de la fotografía a color moderna.
William Eggleston’s Guide (1976): la histórica exposición de Eggleston en el MoMA
Aunque Eggleston realizó varias de sus fotos más célebres entre 1965 y 1976 y tuvo algo de reconocimiento local, todo cambiaría para él cuando Szarkowski lanzó su primera exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
No sería la primera vez que se vieran fotografías a color en el MoMA, pero sí fue un momento clave para la posterior aceptación de la fotografía a color como forma de arte. Sin embargo, The New York Times la bautizó como “La exposición más odiada del mundo” y algunos críticos consideraban que las fotos se limitaban a mostrar lo más banal e insípido de la vida sureña.
Eran vulgares e insípidas, sin vida, sin nada que contar.
Al menos, eso pensaron muchos en aquel momento.
Miraos las fotos una y otra vez, ¿qué os parecen?
Estilo y características de William Eggleston
El concepto detrás de la magia
- Color y cotidianidad
Lo primero que salta a la vista en las fotos de Eggleston, aparte del intenso color, son los sujetos.
Escenarios y objetos sumamente corrientes: comidas, restaurantes, coches, calles, iglesias.
Incluso fotografía la basura o el suelo debajo de una cama.
Y las pocas veces que fotografía personas, lo hace de espaldas y desde ángulos extraños.
El tema permanente de la fotografía de Eggleston es el color y la banalidad.
Es más, todo su arte está en la composición, la forma y el color.
Y hacerlo parecer fácil es parte del genio del fotógrafo.
Sus fotografías escapan de lo complejo y rebuscado, pero sin renunciar a la riqueza compositiva y a la transmisión de mensajes que queda al gusto de quien lo quiera descifrar. Además, la totalidad de su obra (o al menos, el 98 %) se ubica en un mismo sitio: Memphis, su hogar de toda la vida.
- Estética de instantánea
Como pasa con Friedlander, Eggleston construye su estilo creando la impresión de estar haciendo un tipo de fotografía aparentemente sosa y pueril. El componente irónico e irreverente está en despojarse de la estética de la instantánea de aquellas épocas. Es bastante consciente de ello y le gusta jugar con engañar a la gente para forzarla a ver una y otra vez sus fotos.
Si creéis que el estilo de William Eggleston es solo de amateur y está al alcance de cualquiera, imitadlo 🙂
- Composiciones fuertes e inusuales
Uno de los primeros fotógrafos en explorar la banalidad fue Walker Evans y Eggleston decidió copiar esa cualidad junto a una característica propia de Cartier-Bresson: componer de manera magistral.
William Eggleston sabe dibujar y ha realizado sus fotografías buscando patrones armoniosos de textura, formas, líneas, contrastes y tonalidades. Juega con el dinamismo, centrando al sujeto y fotografiándolo desde abajo. Revela lo inédito en lo corriente.
Su estilo de composición es pulido y complejo, pero engañoso: parece corriente e incluso improvisado. El fotógrafo se inspira así en la obsesión de Cartier-Bresson por formar imágenes con un gran orden de los diferentes elementos visuales.
Porque si cogéis una foto de cualquiera de los dos y la ponéis al revés, la composición sigue viéndose perfecta.
Esta es una señal contundente de la maestría que poseen.
Pero ojo, el estilo de composición del sureño es sumamente creativo, dinámico y libre, mientras que el francés destacó más por crear composiciones de corte elegante y geométrico.
En resumen, Eggleston fotografía la banalidad, pero la hace de forma excepcional al dotarla de una visión irreal gracias al color y las composiciones subversivas. Más que mostrarnos la realidad sureña, nos muestra un filtro surreal, poético y a veces inquietante del Sur.
- William Eggleston como mito
Existen varios mitos sobre el sureño: que solo toma una foto de la misma escena, que solo camina y hace fotos sin pensar en absoluto o que fue el primero en exhibir fotografías a color en el MoMA.
Pero estas leyendas populares existen con la complicidad indirecta del propio fotógrafo y la naturaleza de su personalidad: apenas da entrevistas y algunas de sus afirmaciones han sido malinterpretadas.
Es un hombre que puede ofender fácilmente porque es directo, de pocas palabras y en ocasiones arrogante. Esa personalidad ha nutrido una imagen de genio que actúa por pura suerte e instinto, como si hubiera nacido con la habilidad de fotografiar. Eso, a su vez, aumenta la controversia alrededor de él y su estatus de leyenda. Eggleston, a lo Andy Warhol, ha sabido vender su imagen, y eso es parte de su idiosincrasia como artista.
Entonces, ¿cómo trabaja William Eggleston?
Disparando con mucho cuidado.
Lejos del mito popular, Eggleston es de los que mira detenidamente una escena, planifica y busca el mejor encuadre y composición posible. Se le puede observar en acción en el documental William Eggleston in the Real World y sí, una mirada superficial nos puede dar la impresión de que es un señor que simplemente se detiene un segundo y toma una foto y se va.
Pero no es así, y esto es una característica necesaria en cualquier buen fotógrafo: disparar con la cabeza bien puesta. Además (y siguiendo el ejemplo de su maestro Cartier-Bresson) Eggleston no edita sus encuadres: sus fotos se quedan tal como salieron del obturador.
Lo que podemos aprender de William Eggleston
Aprender a observar
El desafío visual que nos presenta en su fotografía es que debemos valorar la belleza (y ocasional vulgaridad) existente en nuestra cotidianidad.
Miradlo de esta forma: si William Eggleston es capaz de tomar grandes fotos incluso a la basura, ¿qué excusa tenéis para no realizar buenas fotografías?
Cuando un hombre le dijo a Eggleston que en su ciudad solo hay “cosas feas”, el fotógrafo, contundente, respondió: “¡pues fotografía lo feo!”
Por más banal, corriente, trivial o vulgar que nos parezca un sujeto… Siempre, desde una excelente composición, se puede lograr una estupenda foto.
Un sujeto no tiene que ser grandioso y excepcional para que merezca ser fotografiado. La cuestión está en mentalizarnos para observar nuestro entorno como si fuéramos extranjeros: observando con mimo y a detalle.
Fotografiar y seguir fotografiando
No nos confundamos: esto no quiere decir que debemos tomar fotos sin pensar en absoluto.
Nuestro fin debe ser pensar muy bien antes de disparar, pero hacer ese proceso constantemente.
William Eggleston podría dar la impresión de que dispara fácil, pero eso es porque tiene un ojo bastante desarrollado tras, literalmente, décadas de oficio.
Tampoco se tortura si observa que una foto es “mala”. Es decir, nos muestra un ligero desapego hacia sus propias fotografías en el sentido que, no está preocupado en qué dirán los demás sobre sus fotos.
Él solo toma sus fotos y ya, como si fueran para sí mismo y nadie más las fuera a ver.
Este tipo de perspectiva indudablemente nos puede ayudar a mejorar nuestro ojo fotográfico, porque se trata de dejar de lado el ego y disparar con cabeza y emoción a partes iguales.
Prestar atención a lo realmente importante
Como habéis visto, William Eggleston actuó yendo a contracorriente. Así se convirtió en lo que es.
Cuando los críticos menospreciaron su obra, se limitó a afirmar sin titubeos que solo estaban diciendo estupideces. Y el tiempo le dio la razón a Eggleston.
Lo que podemos extraer de la filosofía del fotógrafo es que no hay que temer a desarrollar un estilo propio que se diferencie del resto y se aleje de las expectativas ajenas.
Pero aún más importante, nuestro estilo se desarrollará a partir de comprender (y hasta cierto punto, imitar) a aquellas leyendas del arte que nos inspiran. No necesariamente fotógrafos, sino también pintores, cantantes, etc.
El propio Eggleston dibuja todo el tiempo y es un apasionado melómano, aunque de cara al público apenas lo ha comentado alguna vez.
Libros y documentales sobre William Eggleston
The Colourful Mr. Eggleston (2009)
Metraje documental de la BBC One que resume la carrera de Eggleston, su método de trabajo y entrevista tanto al propio fotógrafo como a sus seres queridos y admiradores varios de su obra, tales como David Lynch y Martin Parr. Es una introducción más que sólida al arte de un maestro inigualable.
Podeis verlo AQUI.
Pero este no es el único documental dedicado a Eggleston. Hay varios otros títulos por si queréis indagar en ellos: William Eggleston in the Real World (2005), By the Ways: A Journey with William Eggleston (2006) y un episodio de la miniserie The Genius of Photography.
William Eggleston: Retratos (2015)
Que la faceta de retratista de Eggleston no sea tan conocida no significa que sea una parte menos estimulante de su fotografía. De hecho, sus retratos son tan rebeldes y especiales como el resto de su obra: corta donde usualmente no se recomienda, no muestra rostros completos, retrata personas a sus espaldas y un sinfín de rarezas. Os recomendamos esta joyita en especial si buscáis algo sumamente distintivo e inspirador.
The Democratic Forest (2015)
El libro de carácter más ambicioso de Eggleston contiene alrededor de mil páginas con fotografías que cubren toda la década de los ochenta no solo en su tierra natal Memphis, sino Boston, Miami e incluso el extranjero al fotografiar el Muro de Berlín. “El bosque democrático” es a la vez un concepto del propio Eggleston para describir su constante a tratar de la misma forma tanto a los temas “superficiales” o banales como a los temas más “sofisticados”.
El misterio de lo cotidiano (2023)
Un amplio catálogo del trabajo de Eggleston ordenado cronológicamente, mostrando así desde sus primeros trabajos en blanco y negro hasta su obra madura a color. Este libro acompañó exposiciones homónimas en todo el mundo, incluyendo una a principios de este año en nuestro país de la mano de la Fundación MAPFRE.
William Eggleston’s Guide (2002)
Ni más ni menos que las 48 fotografías exhibidas en la exposición homónima del MoMA. John Szarkowski seleccionó entre miles de fotos realizadas en un periodo de dos años a las mejores del autor. Hasta la fecha, esta sigue siendo la obra más recordada e influyente del sureño. Motivos sobran.
Otros libros
- Chromes (2011)
Chromes es una recopilación de Kodachromes y Ektachromes que Eggleston realizó durante su primera década de trabajo fotográfico. El libro, por lo tanto, es un registro cronológico de la gradual maduración del artista y la evolución de su obra desde dentro. Algunas de estas fotos fueron expuestas en William Eggleston’s Guide, ya que estaban en la misma gran caja de negativos que Szarkowski revisó para su exposición.
- Los Alamos Revisited (2012)
Versión actualizada y completa del libro y serie homónima de 2003 que recorre Estados Unidos en carretera entre 1965 y 1974. Los Alamos Revisited es un cuerpo de trabajo en estado de gracia y con algunas de las fotografías más emblemáticas del sureño.
Los libros más recientes de Eggleston incluyen Polaroid SX-70 (2019) y The Outlands (2021), por si queréis indagar en ellos.
Frases
“No tengo un deseo ardiente de salir a documentar nada. Simplemente sucede cuando sucede. No es un esfuerzo consciente, ni una lucha. No lo haría si lo fuera. La idea del artista que sufre nunca me ha atraído. Estar aquí ya es suficiente sufrimiento“.
“¿Lo que estoy fotografiando..? Es una pregunta difícil. Pero lo mejor que se me ha ocurrido responder es: la vida, hoy”.
“Puedes tomar una buena foto de cualquier cosa. Una mala, también”.
Curiosidades sobre William Eggleston
Eggleston también tiene otras facetas menos conocidas.
Aparte de ser un apasionado de la pintura y del dibujo, desde siempre le ha gustado comprender el lenguaje de la música.
De hecho, en 2017 el fotógrafo lanzó Musik, un álbum experimental inspirado en Bach y Handel.
También tuvo una breve etapa como docente de fotografía artística en Harvard durante dos años. Por las mismas fechas,1973, grabó Stranded in Canton, una película de videoarte y ensayo extendido que recopila variopintas escenas del llamado “Sur Gótico” de Memphis y Nueva Orleans.
Es, si se quiere, un retrato de la cotidianidad sureña a través de personajes erráticos y marginales. Tal trabajo, grabado con una Sony Porta-Pak —lo que le da un aire casero y tétrico— quedó en gran parte olvidado por el público hasta que se remasterizó en 2005.
Premios y exposiciones destacadas
- 1974: Beca Guggenheim
- 1998: Premio Hasselblad
- 2003: Beca Royal Photographic Society
- 2013: Premio por Contribuciones Excepcionales a la Fotografía por Sony World Photography Awards
La obra de Eggleston se exhibe permanentemente en el MoMA, el Instituto de Arte de Chicago y el Museo y Salón de la Fama de la Fotografía Internacional de Missouri.
Algunas exposiciones sobresalientes incluyen las organizadas por la Fondation Cartier en 2001-2002, William Eggleston: Democratic Camera, Photographs and Video 1961–2008 (2008), del Whitney Museum; y Mystery of the Ordinary, que implicó presentaciones en Alemania, Estados Unidos y España.
Legado e influencia
Dada la naturaleza de pionero absoluto que tiene William Eggleston para la fotografía a color, su influencia es básicamente incalculable.
En todo caso, Martin Parr, Gregory Crewdson, Stephen Shore, Juergen Teller y Nan Goldin son grandes de la fotografía que beben bastante de la obra del sureño. El músico y artista visual David Byrne también es un ferviente admirador del fotógrafo, con quien trabajó en el set de su película True Stories (1986).
Los hijos de Eggleston, William Jr. y Winston, son los directores de The Eggleston Art Foundation, la fundación sin ánimo de lucro que preserva, digitaliza y gestiona toda la obra del fotógrafo.
Eggleston es irrepetible. Fue, sin quererlo, un precursor del estilo Instagram, muchísimo antes de que esta red social existiera. Pero no nos confundamos, las fotografías de William Eggleston no son solo “bonitas”, aunque toda una generación posterior de fotógrafos se inspire en él desde lo más superficial y sin entenderlo en realidad.
A lo tonto sus fotos sirvieron de registro histórico de un Sur cambiante e impulsó una nueva estética con la que hoy es imposible imaginar el mundo. Así como ha sucedido con otros pioneros, Eggleston pasará a la historia por ser uno de los pocos fotógrafos que logró que la fotografía en sí cambiase para siempre. Eso es un hito reservado sólo para los más grandes.
No te pierdas...
- William Eggleston en The Arts Story
https://www.theartstory.org/artist/eggleston-william/
- William Eggleston, el fotógrafo del color (Oscar en Fotos) William EGGLESTON, el fotógrafo del color
- The Colorful Mr. Eggleston – Documental (en inglés)
Imagine | The Colourful Mr Eggleston
- William Eggleston: Musik (Cortometraje)
William Eggleston – Musik Documentary
- The Eggleston Art Foundation
https://egglestonartfoundation.org/
- Lee Friedlander, el fotógrafo que transforma lo banal en extraordinario https://fotonistas.com/fotopedia/1960-1980-diversidad-y-conflicto/lee-friedlander-el-fotografo-que-transforma-lo-banal-en-extraordinario/
Preguntas frecuentes
¿Cómo logró William Eggleston esa intensidad de color?
A través del proceso de transferencia de tinte o Dye-transfer en inglés. Este método le permitió esa saturación y nitidez sobresaliente, ya que con anterioridad había trabajado con película negativa en color, pero daba como resultado mayor grano y una calidad insuficiente.
¿Por qué William Eggleston es el padre de la fotografía a color?
Dependiendo de a quién le preguntes, William Eggleston será el padre o el padrino de la fotografía a color.
En realidad, Eggleston no fue ni de cerca el primer fotógrafo en fotografiar a color ni el primero en usar el color como medio serio para crear arte.
Pero fue uno de los artistas clave para cambiar la percepción pública e intelectual al respecto, junto a otros pioneros en el uso de la fotografía artística a color como Ernst Haas, Helen Levitt y Stephen Shore.
¿A qué cineastas ha inspirado William Eggleston?
La estética de Eggleston y su idiosincrasia en general ha sido clave para el desarrollo cinematográfico de cineastas como Sofía Coppola, David Lynch y Gus Van Sant.
¿Qué relación hay entre Diane Arbus, Lee Friedlander, Garry Winogrand y William Eggleston?
Los tres primeros fueron los protagonistas de New Documents, una emblemática e influyente exhibición del MoMA comandada por John Szarkowski en 1967. El cuarteto de artistas se conocía entre sí y solían ser cercanos, en especial Garry y William.
¿Qué opinaban Henri Cartier-Bresson y Walker Evans de la fotografía a color?
Para Evans “la fotografía a color es vulgar”. Para Cartier-Bresson “es una mierda”. De hecho, tal afirmación de Cartier-Bresson fue dirigida directamente a Eggleston, a sabiendas que el sureño admiraba su obra.
Fuentes
-
- https://archive.aperture.org/article/1989/02/02/an-interview-with-william-eggleston
- https://www.davidzwirner.com/artists/william-eggleston
- https://www.sebastiansiadecki.com/blog/2020/7/27/egglestonmyth
- https://www.eyeem.com/blog/what-you-can-learn-from-william-eggleston
- https://www.britannica.com/biography/William-Eggleston
- https://www.nytimes.com/2016/10/17/t-magazine/william-eggleston-photographer-interview-augusten-burroughs.html
- https://www.independent.co.uk/arts-entertainment/art/features/genius-in-colour-why-william-eggleston-is-the-world-s-greatest-photographer-8577202.html
- https://jotabarros.com/documental-de-fotografia-the-colourful-mr-eggleston/
Hablando de conocer la vida de los fotógrafos que han hecho historia…
¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?