Si hay alguien que no debe faltar cuando se habla de fotografía documental a color, ese es Alex Webb. Miembro de Magnum desde 1979, Webb es un fotógrafo todavía activo cuyo estilo se basa en ordenar el caos a través de capas de elementos que se yuxtaponen gracias a la luz y el color.
Por encima de todo, Alex Webb unifica la complejidad y la transforma en una gloriosa composición que lleva a otro nivel gracias a su exquisito dominio del color. Una obra donde hay tanto del momento decisivo como de tragedia contrastada a través de los colores. Y pese a lo rebuscado que suene, su trabajo resulta tan sencillo de comprender como de apreciar.
”Creo en fotografías que transmitan un cierto nivel de ambigüedad, que planteen preguntas en lugar de proporcionar respuestas.
Biografía de Alex Webb
De literato a fotógrafo del sur
El 5 de mayo de 1952 nació Alex Webb en San Francisco, California, y pasó gran parte de su juventud en Nueva Inglaterra.
Su primer contacto con la fotografía sería en su primera infancia gracias a su padre, un apasionado escritor que tomaba fotografías como pasatiempo y a modo de método de inspiración.
Las pasiones del padre de Webb fueron claramente transmitidas a Alex en su adolescencia: se enamoró de la historia y la literatura. Estudió ambas asignaturas en la Universidad de Harvard en cuanto terminó sus estudios de secundaria en la Escuela Putney.
Para entonces, Webb ya llevaba más de dos años sumamente interesado en la fotografía. Incluso pudo conocer a los fotógrafos de Magnum Bruce Davidson y Charles Harbutt.
Fue finalmente con Harbutt con quien convirtió su pasatiempo en una pasión a la que se dedicaría de por vida, ya que el ex presidente de Magnum y profesor de fotografía le motivó al asegurarle que tenía mucho potencial. Con 22 años, Alex Webb decidió estudiar fotografía en el Centro de Artes Visuales Carpenter.
Con una soltura sólo explicable por su gigantesco talento, Webb logró asociarse a Magnum Photos en 1976 y fue aceptado como miembro de pleno derecho tres años después.
En el resto de la década de los setenta, Webb perfeccionó su forma de trabajar y se convirtió de lleno en un fotoperiodista que solía recibir encargos de pequeños medios de comunicación. De esta etapa destacan sus series fotográficas de pueblos de México y del Sur de Estados Unidos. Y entre 1978 y 1979 su carrera iba a dar un giro que, para su suerte, consiguió darle reconocimiento internacional.
Alex Webb y Haití: el principio de todo
El primer viaje de Alex Webb a Haití sería en 1975, motivado tras leer Los Comediantes de Graham Greene. Fotografió como solía hacer: en blanco y negro y con un aspecto inspirado en Lee Friedlander. Pero por más talento que tuviera Webb, faltaba algo: su propio sello distinguible, su estilo fotográfico único.
No sería hasta su regreso en 1978 cuando logró darse cuenta de su error. El propio Webb, en una célebre declaración, lo dice de esta manera:
El triste, vibrante, trágico y encantador Haití ha sido la clave de mi fotografía. (…) Fotografié en blanco y negro y pronto me di cuenta de que faltaba algo: no estaba capturando la sensación abrasadora de la luz y el calor –físico y quizás también metafísico- de este país, tan diferente a la gris desconfianza de Nueva Inglaterra, donde crecí.
Si con algo se quedó Webb al leer Los Comediantes es con un sabor amargo: trataba sobre una historia trágica y, sin embargo, envuelta en una especie de encanto. Webb se propuso, entonces, fotografiar Haití así como Greene escribió sobre el país: de una forma realista, pero llena de contrastes y alegría.
Eso se tradujo a una sola cosa: realizar fotografía a color.
En el periodo en que Alex Webb visitó Haití se vivía una cruel dictadura en la que se estaban reprimiendo las manifestaciones de la hastiada población haitiana. Los asesinatos descarados a plena luz del día de parte de las fuerzas armadas eran una escena cotidiana.
La violencia que retrató Alex Webb está lejos de ser sutil o disimulada: es cruda y directa, a veces casi gore. Pero la tragedia de corrupción, tiranía y pobreza de Haití no fue lo único que deseó retratar Webb a partir de entonces.
Hasta la fecha, Webb y su esposa y socia creativa Rebecca Norris Webb han visitado más de una docena de países, sobre todo del Caribe y América Latina.
Alex Webb: datos básicos
Con 17 libros publicados hasta la fecha, Alex Webb es uno de los fotógrafos vivos más respetados e influyentes de los últimos tiempos. Ha trabajado para The New York Times y National Geographic, y asimismo ha recibido distinciones como la Beca Guggenheim en 2007 y del Fondo Nacional para las Artes en 2019. La obra de Webb ha sido exhibida en museos como el Centro de Arte Walker, el Museo Whitney de Arte Estadounidense y Centro Internacional de Fotografía (ICP).
Sus dos libros más celebrados e icónicos son Hot Light/Half-made Worlds: Photographs from the Tropics (1986) y Under a Grudging Sun (1989).
Alex Webb está casado con la fotógrafa y poeta Rebecca Norris Webb, con quien ha publicado siete libros. Norris Webb, por su lado, tiene una amplia y exitosa carrera en ambas artes, y su trabajo ha aparecido en revistas tales como The New Yorker y Le Monde, y el Museo de Arte de Cleveland.
Composición de Alex Webb
El color en Webb es intenso, los sujetos son anónimos y suelen permanecer con los rostros ligeramente ocultos, ya sea por el grano, las sombras o el movimiento. Las personas son vistas desde la colectividad, por lo que muy pocas veces existe una sola persona o dos a la vez en sus fotos.
Para Alex Webb, retratar a color tenía sentido no sólo gracias al contexto específico de zonas donde la luz del sol es muy fuerte, sino que lograría que la fotografía resultante fuese, claramente, más real. Después de todo, la mayoría vemos el mundo a color. No de una manera especialmente vívida, pero así lo vemos.
Hay, si se quiere, distintas capas de realidad. Las fotos de Alex Webb nos enseñan una realidad ampliada, casi como si, en lugar de ser solamente fotografías, nos quieran contar una historia. Lo narrativo está siempre presente en Webb.
Sin embargo, el color no trabaja solo: la luz y las sombras suben a otro nivel las posibilidades artísticas del color. La luz fuerte y directa del sol crea sombras fuertes que Webb suele utilizar para crear encuadres dentro del encuadre, zonas misteriosas que sirven incluso, en ocasiones, como ilusiones visuales.
Sujetos y temas en Alex Webb
Lo que suele haber en las fotos de Alex Webb son localizaciones, a menudo destruidas por la pobreza y la inestabilidad política. Hay una mirada de empatía y curiosidad “exótica” en retratar lo que les es tan ajeno a su propia realidad. Así, Webb nos traslada a las realidades del migrante, de la población racializada, de fronteras peligrosas y la cotidianidad de quienes poseen pocas oportunidades.
La selección de este sujeto plantea un contraste atractivo e inquietante de igual manera para nuestra mirada: son escenas trágicas, pero bellas. Hermosas gracias al color, a esa satisfactoria mezcla de tonalidades y colores que se complementan a la perfección. Como Eggleston o McCurry, Webb domina con excelencia la psicología del color. Además, Webb afirma:
Como fotógrafo, me intrigan las fronteras, los lugares donde las culturas confluyen, a veces con facilidad, a veces con dificultades.
Cuando Alex Webb habla de fronteras, no solo se refiere a las típicas como las de México y Estados Unidos, sino a los choques culturales provocados por fronteras más difusas y complicadas. Un ejemplo, según Webb, es Estambul: una ciudad tan musulmana y en ocasiones tan europea, debido a que está en medio de los dos continentes.
Los choques culturales son una forma usual de conflicto. Nótese la ironía detrás de su emblemática fotografía San Ysidro, California (1979). Un paisaje hermoso que contrasta con la terrible realidad de dos personas que son encarceladas por viajar sin los debidos papeles.
Así pues, el color, además de ser un elemento estético llamativo, viene a resaltar la tensión de las fotografías de Alex Webb. Tensión de carácter sociopolítico, pero también de tipo compositivo. Si bien podemos hablar de alguien o algo protagonista, lo cierto es que suele haber muchos elementos en el encuadre.
Su foto más “minimalista” puede incluir al menos tres o cinco elementos que parecen luchar por nuestra atención, pero que, aún así, conservan una cuidadosa jerarquía.
En esta otra foto, el perro negro es el sujeto, pero contrasta con el otro animal y, asimismo, con un suelo rojizo que también visualiza en el extremo superior los pies maltratados de dos personas.
El instante decisivo y la unión de lo caótico
Alex Webb tiene un ojo fotográfico tan pulido que nos ofrece la ilusión de estar ante una pintura del fotorrealismo: todo, pese a detallar tantos elementos, parece encajar a la perfección. Lo que más que un don, se trata del dominio del arte que es el instante decisivo, una habilidad que ha cultivado durante años y años de práctica.
En esta foto, por ejemplo, el centro nos muestra a una persona cargando a un peque.
La sombra es tan fuerte que casi parece una silueta en lugar de dos personas a las que les llega poca luz. Asimismo, esto trae una ilusión más: parece existir una relación entre esas dos personas y la pareja del extremo derecho. Así, aparentemente a lo tonto, Webb nos crea una historia.
¿Quién es el sujeto que se oculta y por qué lo hace? ¿Estará la niña viendo con curiosidad o recelo a la pareja?
¿Es la pareja una representación de la versión del futuro de aquella niña?
Pero eso no es todo: nótese ese contraste entre el rojo intenso de la revista, el negro de las sombras y el azul claro y suave de la ropa de la pareja. Están vestidos casi igual y sus brazos parecen unirse.
Si se ve (casi) cualquier otra foto de Alex Webb, se puede hacer el mismo ejercicio de imaginación sin lío. El propio fotógrafo, de todas formas, nos lo ha aclarado desde el principio: no nos quiere dar respuestas, busca que nos planteemos preguntas.
La especialidad de Webb implica, por lo tanto, la unión del caos del día a día para crear algo de apariencia simple y ordenada jerárquicamente. Su orden del caos lo logra a través de capas, usualmente representadas en los planos dentro del plano, y la división de los distintos sujetos y elementos de la fotografía según el color de los mismos, y la cantidad de luz (o no) que les llegue.
Todo se resume en la profundidad: múltiples sujetos y planos creados a partir de sombras, espejos y ventanas, por ejemplo. Y el color y la luz hacen lo propio con los colores complementarios, escenas intensamente iluminadas versus zonas en total oscuridad.
Alex Webb entremezcla todo y crea, en consecuencia, fotografías increíblemente bellas, y asimismo complejas, dinámicas y críticas sobre nuestro estado como seres humanos. Porque, dentro del dominio compositivo, hay, a la larga, un solo mensaje: retratar la complejidad y contradicciones de la condición humana.
Y, al final, ¿a qué género de fotografía pertenece realmente Alex Webb? Bueno, en sus propias palabras:
No soy el típico fotógrafo documental o fotoperiodista. He trabajado esencialmente como fotógrafo callejero, explorando el mundo con la cámara, dejando que el ritmo y la vida de la calle guíen e informen mi trabajo. Para mí, todo viene, ante todo, de la calle. Cualquiera que sea la percepción sociopolítica, cultural o estética que pueda tener de las sociedades que he fotografiado a lo largo de los años, no procede de ideas preconcebidas, sino del proceso de deambular por la calle. A veces, creo que la calle puede ser una especie de indicador de los cambios sociopolíticos que se avecinan.
Tal vez esa es parte de la magia de Alex Webb: es un investigador de las realidades cotidianas. No juzga, no señala, solo observa detalladamente lo que sucede en las calles del mundo. Ya se sabe el dicho: las imágenes valen más que mil palabras. Y qué mejor que ver las fotos de Webb para comprender más todo esto.
Libros de Alex Webb
Hot Light/Half-made Worlds: Photographs from the Tropics (1986)
El primer libro de Alex Webb resultó ser un clásico instantáneo de la fotografía documental y el fotoperiodismo. Son más de 90 fotografías tomadas en distintos trópicos de África, Asia e islas del Caribe. Es una década de trabajo que, pese a abarcar culturas tan variopintas y lejanas entre sí, Webb resalta los tópicos en común que guardan, como lo es el conflicto permanente y la agridulce realidad diaria.
Under a Grudging Sun (1989)
Más de 50 fotografías tomadas entre 1971 y 1988 en Haití, aunque la gran mayoría son de mediados de los ochenta. El país sufría de una terrible represión estatal, corrupción, y sufrió fuertes episodios de violencia, como un Golpe de Estado y falsas elecciones que trajeron un mayor descontento y terror. Ese clima de horror absoluto fue retratado por Webb con un vibrante color que logró resaltar la belleza de una nación en desgracia.
Este es uno de sus libros más célebres y el responsable principal de la fama que le vendría después. Ampliamente recomendado.
The Suffering of Light (2011)
La monografía definitiva sobre Alex Webb y sus (casi) cincuenta años de carrera. Latinoamérica y el Caribe, y más en concreto, Haití, México, Granada y Cuba, son algunas de las partes mejor retratadas por el pionero documentalista a color, o al menos los lugares donde se ha concentrado su obra más reconocida y celebrada hasta la fecha (también ha hecho estupendas series en Estambul, Egipto e India, por cierto).
Este libro imperdible nos introduce de lleno no solo en la mirada única del autor, sino en su filosofía al respecto.
Otros libros destacados
La Calle: Photographs from Mexico (2016): Gran fotolibro que recopila las fotos de Webb en el mencionado país en un periodo de 32 años. La Calle, de Alex Webb, es un testimonio de la evolución del autor entre su fotografía en blanco y negro y las fotografías a color, así como del progreso, atrasos y cambios en general por los que pasó la sociedad mexicana durante tres décadas.
Istanbul: City of a Hundred Names (2007): Pocas calles tienen más vida e historia que en Estambul, o eso es lo que Alex Webb nos quiere enseñar. Con fotos que abarcan desde 1998 hasta mediados de los dos mil, Webb explora la rica diversidad y complejidad de una sociedad musulmana cuya vida urbana transiciona hacia un estilo más occidental. El novelista turco Orhan Pamuk complementa la obra con un exquisito ensayo sobre dicha transformación.
Rimas de reojo, de Alex y Rebecca Norris Webb (2017): Treinta años de fotografías del autor se mezclan con las fotos de similar estilo de su amada, quien complementa la poesía de las imágenes con su distinguida prosa. Webb ha resumido el libro de esta manera: “Nuestras rimas de reojo comparten similar paleta o tono o geometría. Otras veces, las fotografías emparejadas tienen una nota similar —a menudo una inclinación por momentos surrealistas o sorprendentes o enigmáticos— pero en dos claves distintas”.
Waves, de Alex y Rebecca Norris Webb (2022): Un estupendo trabajo en conjunto que mezcla la poesía meditativa de Rebbeca con la fotografía de las mareas, el viento y sus alrededores tomadas por Alex, cerca de la casa en la que viven. Waves se inspira en la The Waves de Virginia Woolf, y viene a ser un relato conmovedor, personal e íntimo de los tiempos de la pandemia del COVID-19. Es el último libro de los Webb hasta la fecha.
Alex Webb y la belleza de lo trágico
La maestría de Alex Webb es indescriptible: encuentra la belleza de lo ordinario y lo muchas veces, directamente feo, y crea un encuadre que capta a la perfección un agridulce y realista instante de vida, un crudo instante decisivo.
Retrata la condición humana desde el Caribe hasta Medio Oriente con la misma preocupación permanente: demostrar, a través de múltiples capas, la intensidad de una escena, pero también, además, la riqueza de la historia detrás de las sociedades y sus conflictos.
Sonará a poco, pero así se puede resumir la humanista trayectoria de Alex Webb, leyenda de Magnum, discípulo de William Eggleston e influencia clave para tantos fotógrafos callejeros desde los ochenta.
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- Entrevista con subtítulos a Alex Webb
Ser fotógrafo es fallar el 99,9% de las veces
- Instagram de Alex y Rebecca Norris Webb
https://www.instagram.com/webb_norriswebb/
- Perfil de Alex Webb en Magnum Photos
https://www.magnumphotos.com/photographer/alex-webb/
- Sitio web oficial de Alex Webb y Rebecca Norris Webb
Preguntas frecuentes
¿Por qué es famoso Alex Webb?
Alex Webb es célebre debido a su estilo único de fotografía que combina la compleja realidad social de los seres humanos con una composición rica en detalles y dinamismo, así como un dominio exquisito del color que ayuda a crear historias en sus fotografías. Es, en resumidas cuentas, un fotógrafo de mirada muy artística y, asimismo, demasiado humana.
¿Es Alex Webb un fotógrafo callejero?
Alex Webb se ve a sí mismo simplemente como un fotógrafo, así, a secas. Debido a la calidad y originalidad de su estilo, terminó siendo influyente para miles de amantes de la fotografía callejera y documental. Aunque Webb no es documentalista ni fotoperiodista al pie de la letra, su estilo siempre ha tenido características de ambos géneros, que ha explorado con soltura, pero sin encasillarse en ellos.
¿Qué cámara utiliza Alex Webb?
Alex Webb ha utilizado exclusivamente los modelos M de Leica de 35 MM y la película Kodachrome. Con la llegada de la fotografía digital, abandonó la película, aunque en ocasiones ha vuelto a usarla para algunos proyectos fotográficos. Solo recientemente ha incursionado en la fotografía móvil, pero de manera excepcional.
Fuentes
Hablando de conocer la vida de los fotógrafos que han hecho historia…
¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?