Skip to main content
CarritoClose Cart

Vivian Maier es hoy una de las fotógrafas callejeras más celebradas de la actualidad, aunque en vida su trabajo permaneció en el anonimato. De las 150.000 fotos entre Chicago y Nueva York que capturó durante 50 años, sólo pudo revelar 12.000 por falta de dinero. 

Su obra, aunque es comparada con la de Helen Levitt y Weegee, tiene una estética diferenciadora que resulta asombrosa viniendo de una aficionada que jamás tuvo formación profesional. Una “simple niñera” que tomaba fotos en sus ratos libres, a menudo en compañía de los niños que cuidaba.

Sólo en 2007 se descubrió su archivo, ya que perdió todas sus pertenencias al no pagar los almacenes en las que las guardaba. Nadie sabe por qué no mostró sus fotos al mundo.

Dos años después falleció enferma, sola y pobre, justo cuando su nombre empezaría a resonar a nivel mundial. Su inmenso talento y el misterio de su propia vida la han convertido en un mito moderno de la fotografía callejera.

Era socialista, feminista y crítica de cine. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta y zapatos de hombre y un gran sombrero. Tomaba fotos todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie.

John Maloof, historiador y descubridor de la obra de Vivian Maier

Biografía de Vivian Maier

Vivian Maier: primeros años

 

Vivian Dorothea Maier nació en Nueva York el primero de febrero de 1926. Su padre era austro-húngaro y su mamá, francesa. 

Vivió sus primeros veinte años con ellos y otros familiares en los Alpes franceses. Por algunas temporadas se quedaba en Nueva York. 

Su ambiente familiar era infeliz: su madre era psicológicamente inestable y su único hermano tenía esquizofrenia paranoide y adicción a la morfina. Este hombre murió en 1977 por causas desconocidas.

Autorretrato de Vivian junto a una niña.

De Francia a Nueva York y una influencia clave (1949-1952)

 

El padre de Maier era un hombre con alcoholismo y abandonó a la familia cuando ella apenas tenía cuatro años.

Se sabe que fue por este periodo que la futura artista y su mamá se mudaron al Bronx y vivieron junto a una fotógrafa llamada Jeanne Bertrand. 

Vivian siguió en contacto con esta mujer y un club de fotógrafas que lideró cuando, tras una larga estancia en Francia, regresó a Nueva York en 1951. 

Un año después, a sus 26 años, compra una cámara Rolleiflex y empieza a trabajar como niñera tras abandonar su empleo en un taller clandestino. 

Aunque se tiene registro de que ella ya estaba fotografiando desde 1949 con una Kodak Brownie, una cámara de aficionados, es en esta etapa en la que se percibe una mejora sustancial en su obra fotográfica: se perciben los primeros patrones de su estilo visual, como el encuadre en 1:1 y los autorretratos. 

La reservada Mary Poppins fotógrafa de Chicago

Retrato de hombre negro sentado con su hijo, un globo oculta su rostro.

En 1956 Maier se estableció en Chicago, permaneciendo en tal ciudad y trabajando de niñera hasta el final de su vida, sin hogar propio ni familia cercana.

Tres años después hizo un viaje en solitario a diversas partes de Asia y América.

Durante la década de 1960 y 1970 era la niñera principal de dos familias en particular: los Gensburg y los Raymond. Fueron los Gensburg quienes pagaron la residencia de adultos mayores en la que la fotógrafa pasó los últimos años de su vida. 

Ella generalmente hacía bien su trabajo y poco más importaba. 

La mayoría de los niños que cuidó la recuerdan con cariño, pero otros, le tenían miedo e incluso consideran una maltratadora. En todo caso, todo el mundo se acostumbró a que fuera tan reservada. 

Quizá llevó muy lejos aquello de no mezclar la vida personal con la laboral.

Vivian Maier: datos básicos

 

Vivian Maier (1926-2009) fue una fotógrafa aficionada que retrató las calles de Nueva York y Chicago durante 55 años. 

Entre sus sujetos recurrentes están las infancias, personas sin hogar o de clase alta, mujeres de la tercera edad y mujeres en general.

Tenía predilección por capturar la desigualdad social y los autorretratos, los cuales lejos de ser instantáneas narcisistas, son fotografías sofisticadas e ingeniosas. Los hay desde poses de medio cuerpo a encuadres más audaces en los que su presencia es sutil e imperceptible a primera vista.

Al margen de su temática en las personas, también realizó fotografías de estilo abstracto y experimental como las siguientes. 

Las fotos más conocidas de Maier datan de 1953 a 1973, año en el que empezó a fotografiar a color.

Su diversidad de sujetos y exploraciones de los mismos dio como resultado una obra ecléctica de alto valor histórico, que termina siendo un estudio de la esencia de la vida callejera de Nueva York y Chicago por aquellos tiempos.

Al ser fotos descubiertas póstumamente, las fechas en las que se tomaron es desconocida en varios casos, aunque en otras, se sabe incluso el día porque ella lo anotaba.

Dato curioso: también retrató a celebridades sin que estas lo supieran, tales como Lena Horne, Frank Sinatra y Audrey Hepburn.

Vivian Maier: estilo visual 

 

A pesar que Vivian Maier no fue a ninguna escuela ni instituto artístico en Estados Unidos o en Europa, mantuvo un estilo visual bien definido, que se caracteriza por una serie de sujetos, tales como mujeres e infancias, que fotografiaba desde un enfoque propio del humanismo, la fotografía documental y el fotoperiodismo.

Mujer en vestido caminando de noche.

En cuanto a técnicas compositivas, sus fotos resultan diversas y complejas, y sobresalen por la nitidez y el orden de los elementos dentro del encuadre. Sabía muy bien cómo usar el espacio negativo y las jerarquías visuales. Hay un poco de todo: barridos, sujetos fotografiados de cerca y de frente, retratos a espaldas y sin rostro, planos naturales, fotos en clave baja, en contrapicado, etc.

Elementos técnicos en Vivian Maier

 

Desde 1952 usó cámaras Rolleiflex que siempre colgaba a su cuello. Con ellas creó gran parte de su obra. A partir de 1973 fotografió también a color con la película Kodak Ektachrome de 35 mm, y en ocasiones usaba la Leica IIIc y cámaras SLR alemanas. No usaba exposímetro y tampoco habituaba al flash. 

Vivian Maier y sus elementos en común con otras leyendas de la fotografía

  • Helen Levitt: Esta fotógrafa estaba fascinada por retratar infancias y lo que llamó “el teatro urbano” de la Gran Manzana. Con un ojo fotográfico excepcional, Levitt lograba capturar momentos mágicos de la vida cotidiana, en especial de peques comportándose como mayores. También realizó fotos a color.  
Two boys covered with white powder (1940)
  • Lee Friedlander: Fotógrafo contemporáneo a Maier, cuando retrata personas las suele “cortar”. Es decir, pone un objeto delante de ellas, o las fotografía indirectamente, por ejemplo, a espaldas, o a través de espejos, reflejos y sombras. A su vez funciona como un autorretrato.
  • Weegee: Uno de los primeros grandes retratistas neoyorquinos tenía una gran dosis de humor en sus fotografías, que, aunque se vendían como periodísticas, solían alimentar relatos sensacionalistas. Era un obsesionado por explorar el poder de la fotografía para crear historias que en realidad no están ahí: basta con pulsar el obturador en el momento preciso para que la audiencia imagine lo demás. 
  • Lisette Model: esta gran retratista se enfocaba en sujetos de apariencia no normativa, o bien hacía destacar lo “raro” de una persona corriente a través de su selección de encuadre y otros elementos en la composición. 
Libro Lisette Model
  • Diane Arbus: discípula de Model, llevó al otro nivel la idea de retratar a las comunidades marginadas. Se le conoce como la “fotógrafa de los freaks” porque sus sujetos suelen ser personas al margen de la sociedad y con una apariencia que es considerada sórdida e inadecuada. 
Diane-Arbus-Identical-Twins-Roselle-N.Y.-1967

Pero las comparaciones no acaban aquí: también hay rastros de Robert Frank, Henri Cartier-Bresson y André Kertesz en Vivian Maier. ¿Podría haber sido influenciada por todos estos autores?  ¿Los conoció y los investigó? Quién sabe.

Los paralelismos son evidentes, y lejos de restarle crédito a la fotógrafa, revela que fue capaz de crear una obra compleja y, sin embargo, fiel a sus propias reglas.

  • Por momentos nos crea un relato sórdido al estilo Weegee, en otras “oculta” a la gente (Friedlander), destaca el rostro y la “fealdad” del sujeto (Model, Arbus), o retrata con distancia e igual comprensión, como si se tratara de una extranjera haciendo un estudio de un país que no es el suyo (Frank).

Vivian Maier: autorretratos

El contexto de Chicago durante la vida de Vivian Maier 

 

Hay que entender que Maier logró estas fotos no porque fuera la mujer más habilidosa socialmente, que es un factor clave detrás del éxito de múltiples retratistas. 

Pero sí le interesaba jugar con el rol de periodista e incluso entrevistó a muchas personas de las que retrató. Las cintas de audio son otro gran archivo que dejó detrás.

Fue una mujer alta, blanca, bonita, no especialmente “llamativa”. No llamaba la atención y nadie pensaba que pudiera ser malintencionado que estuviera tomándome una foto. 

Eran otros tiempos, nadie se escandalizaba por tomar fotos de la gente en la calle tan a la ligera. No era frecuente en primer lugar. Debemos tener esto en cuenta a la hora de comprender cómo logró sus retratos. 

¿Cómo trabajaba Vivian Maier?

 

Se iba de viaje (sin explicar razones) y mudaba sus miles de negativos a la casa de los padres que la contrataban. Acostumbró, de hecho, a tener como cuarto oscuro su propio baño privado. Cuando no se trataba de viajes, era cuestión de pasear sola o con los peques al tiempo que fotografiaba.

¿Por qué la historia de Vivian Maier es tan atractiva?

 

Vivian Maier es un fenómeno excepcional en la historia de la fotografía.

No solo por su obra, sino por la historia (o más bien, carencia de la misma) que hay alrededor de su ella, y la cuestión ética-legal detrás de coleccionistas como John Maloof, quienes lucran con sus fotos. 

Cuando hablamos en la Fotopedia Ana y yo solemos mencionar datos de los artistas como antecedentes personales y el contexto en el que se formaron. Pero en este caso, solo podemos especular y suponer. No sabemos casi nada de la fotógrafa a ciencia cierta. 

La “aficionada” a la altura de Helen Levitt 

 

Varias leyendas de la fotografía aprendieron de instituciones reputadas, o algunas a través de libros y mentores. No pasó nada de esto con Maier. 

Podríamos especular con que habrá ido a bibliotecas públicas y museos para conocer a los maestros, pero es eso. Especulación. 

Sin duda entrenó su ojo fotográfico con bastante práctica. 

Aún así, en el contexto de la época, la fotografía era un pasatiempo mucho más caro y laborioso.

No es casualidad tampoco que muchos de los grandes de la fotografía eran personas de clase alta: Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, Alfred Stieglitz, por mencionar algunos.

Además, todo debía hacerse manualmente: controlar el ISO, la exposición, la profundidad de campo.

Lo más sorprendente es que cuando se observan las hojas de contacto de Maier, todas sus fotos están bien expuestas.

No podemos argumentar que se trataba de alguien que disparaba cien veces y una vez le salía bien y ahí estaba el truco, no. Ella podía disparar cincuenta veces y cincuenta veces le salía excelente. Su control técnico era de maestría. 

La solitaria niñera liberal

 

Vivian Maier fue una mujer solitaria: no se le conocieron parejas y amistades en ningún lugar, aunque se cree que existe un pariente perdido en algún lugar de Francia en la actualidad.

  • Ahora bien. Sumemos los puntos: una genio de la fotografía que trabajaba de niñera, no tenía familia y nunca enseñó sus fotos. Rara vez lo hacía. 

Toda la carencia de información que hay alrededor de la artista, además que lo poco que sabemos de ella es cuando menos raro y único, crea un vacío atractivo para la audiencia. 

Pensémoslo de esta manera: instintivamente, todos quisiéramos completar la historia. 

Nos duele una historia contada a la mitad, y Vivian Maier es como un libro abierto cuyas páginas importantes, aquellas que nos harán entender más a nuestra heroína, se han destruido.


¿Por qué era tan solitaria? ¿Ocultaba algo malo? ¿Tenía ansiedad, algún trastorno o neurodivergencia? 

¿Por qué nunca enseñó su trabajo? ¿O sí quería hacerlo pero sentía el síndrome del impostor?

¿O solo era una mujer que disfrutaba el momento sin ir más lejos? 


Con su voz ausente, muchas preguntas no podrán responderse jamás. Pero así, nace un mito alrededor de su figura, algo que es aprovechado con fines comerciales.

¿Quienes lograron que Vivian Maier fuera reconocida mundialmente? 

 

Sólo póstumamente se conoció el trabajo de Vivian Maier gracias a los coleccionistas e historiadores John Maloof, Ron Slattery y Randy Prow.

En especial Maloof es el responsable de lograr que la obra de la fotógrafa se diera a conocer. Él tuvo la suerte de comprar una caja de 30.000 de sus negativos por 400 dólares en 2007. 

Lo hizo porque buscaba fotos para su libro sobre historia de Chicago. Al principio se decepcionó con el material y vendió algunos negativos por eBay. 

Tras la recomendación del historiador de arte Allan Sekula dejó de venderlos y empezó a investigar el archivo y digitalizarlo. Finalmente subió las mejores fotos y un resumen de lo que le sucedía a un foro de Flickr y el resto es historia. 

De hecho, al principio nadie sabía a quién pertenecían las fotos. 

Descubrieron quién era a sólo días de su muerte

 

En 2009 Maloof vio el nombre de Maier en un paquete de negativos y la buscó en Google. 

Y casi como si se tratara de una triste casualidad divina, descubrió para su pesar que la fotógrafa había fallecido días antes. 

Venía de meses en un pésimo estado de salud tras una caída en la que se golpeó su cabeza con un hielo. Fue recogida y tratada por paramédicos al instante, pero se negó a dar explicaciones de lo acontecido y tan pronto como pudo levantarse, se fue del hospital. 

Se cree que, a medida que envejecía, tenía cada vez menos trabajo porque su comportamiento se tornaba errático y extravagante.

También acumuló libros de arte, recortes de periódicos y correos. Todo lo perdió al no poder pagar los almacenes. Quienes pagaban su residencia no tenían la menor idea de esto. 

Aunque con anterioridad dos otros coleccionistas habían comprado negativos de Maier, Maloof asegura tener al menos el 90 % del archivo la fotógrafa en su propiedad. Hoy lo gestiona bajo el nombre Maloof Collection.

En 2010 intentó colaborar con el MoMA para exponer las fotos, pero a los curadores no les convenció la muestra. Sin embargo, logró convencer al Centro Cultural de Chicago.

Desde entonces las exhibiciones de la llamada Mary Poppins de la fotografía recorren el planeta entero.

Buscando a Vivian Maier (2014)

 

John Maloof es junto a Charlie Siskel el responsable del documental nominado al Oscar Finding Vivian Maier (2014), que reconstruye la vida de la fotógrafa a través de la mirada adulta de aquellos niños que cuidó. 

Libros sobre Vivian Maier

  • Una vida prestada (2018) por Berta Vias Mahou: Esta lectura será estimulante para los más curiosos porque es una novela que ficcionaliza lo que se sabe de Vivian Maier y lo demás se lo inventa sobre la marcha. Es un relato interesante. 
  • Revelar a Vivian Maier (2022) por Ann Marks: Probablemente la mejor biografía sobre Maier hasta el momento. Se escribió con la colaboración de John Maloof. 
  • Vivian Maier: Street Photographer (2011): Con este libro se inauguró la fama de Maier y representa una buena puerta de entrada para abarcase a fondo en la obra de la fotógrafa y comprender por qué es tan buena. Otro gran libro editado por la Colección Malof incluye Vivian Maier: The Color Work.

Legado de Vivian Maier… Hasta ahora

 

Gracias a John Maloof se han exhibido las fotografías de Vivian Maier en todo el mundo. Desde Berlín a Santiago, Barcelona a Viena. La última de ellas, Unseen Work, fue en la Fotografiska de Nueva York , a mediados de 2024.

Todo el dinero queda en sus manos y en la de sus colaboradores, ya que no se sabe de ningún heredero de Maier y la normativa legal entre Estados Unidos y Francia es complicada. 

Más allá de lo que podamos aprender de fotografía con Vivian Maier, también nos debería quedar como moraleja que no deberíamos encerrarnos en nosotros mismos.

Quizá ella estaba cómoda así, pero no era verdaderamente consciente de todo lo que se perdió por no compartir sus fotos con el mundo. 

No te pierdas...

Preguntas frecuentes

¿Vivian Maier es real?

Lo es. La duda surge cuando Joan Fontcuberta afirma haber inventado a la fotógrafa, pero esto es un juego del autor para hacernos reflexionar sobre el mercado del arte y la facilidad con la que se crean mitos en la fotografía. La reflexión invita a que analicemos más detalladamente las obras que consumimos.

Fuentes

Hablando de conocer la vida de los fotógrafos que han hecho historia…

¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?

 

AQUÍ TE CONTAMOS MÁS

Psss… psss… y solo por suscribirte a nuestra fotoletter recibirás un cupón descuento de regalo… Te apuntas al pie de esta pagina.