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Ansel Adams siempre será conocido por ser uno de los grandes maestros de fotografía de paisaje. Experto en el control de la exposición fotográfica y revolucionario en el revelado de las fotografías, fue además un gran profesor y autor de los libros de divulgación de técnica fotográfica más importantes del s. XX.

Sus obras más famosas se centran en la fotografía de paisaje en los parques naturales de EEUU. Gracias a su trabajo consiguió la declaración de varios parques naturales como reservas naturales por lo que fue también uno de los primeros ecologistas de la historia.

Célebre por idear lo que se conoce como el sistema de zonas, un proceso de exposición y revelado que le permitió obtener unas fotografías con una riqueza tonal realmente impresionante.

Una fotografía verdadera no necesita explicarse ni puede expresarse con palabras.

Biografía de Ansel Adams

Infancia y juventud

Ansel Adams nació en San Francisco el 20 de Febrero de 1902. Hijo único muy querido en una familia primero adinerada que por desgracia fue empeorando su nivel económico.

De pequeño fué un niño tímido que sufría dislexia, además de sufrir varios problemas de salud. Esto le hizo refugiarse en su casa y centrarse en un arte en el que destacó desde su más tierna infancia: el piano.

El piano fue su mayor entretenimiento hasta los 14 años, fecha en la que, estando enfermo, su tía le regaló un precioso libro sobre Sierra Nevada (Yosemite).

El flechazo fue instantáneo y, tanto insistió a su familia, que el 1 de junio de 1916, su padre le llevó esas vacaciones al Parque Nacional de Yosemite (a 270km. de su San Francisco natal). Una vez allí le regaló una cámara Kodak Nº1 Brownie Box. la aprendió a usar y por suerte para todos los que le admiramos, ese fue el comienzo de una auténtica pasión.

Empezó a fotografiar sin descanso: cascadas, árboles, ríos, cumbres,… captaba la belleza de los impresionantes parajes que se alzaban ante él.

Desde entonces, todos los veranos, cambiaba su vida nublada y el piano de San Francisco por un mundo maravilloso y sin problemas.

En 1918, con 16 años, trabajó en una tienda de fotografía cerca de su casa, y con ese dinero hizo su primer viaje en solitario a Yosemite. Empezó a distanciarse de su familia y a ligar su vida y su bienestar (tanto físico como mental) al parque de Yosemite.

En 1919, con 17 años, Ansel Adams se une al club Sierra, organización ambientalista a la que perteneció el resto de su vida. Madrugaba para subir a fotografíar amaneceres y aquello le llenaba de alegría y felicidad.

Con 19 años empieza a experimentar con el revelado y los distintos enfoques, pero la fotografía era todavía para él solo una afición. Seguía tocando el piano y quería ganarse la vida como pianista profesional.

Conoció entonces a la que luego sería su mujer, Virginia, una chica de 17 años que cantaba música clásica hija de un pintor de Yosemite que solía visitar. El noviazgo fue intermitente durante varios años, su familia le presionaba para que se casara pero el no lo tenía del todo claro.

Con 20 años comienza con un debate interno sobre si seguir adelante con el piano o dedicarse a su gran pasión: la fotografía. Su familia, a pesar de los apuros económicos, le regaló un piano de 6.500 dólares para que siguiera por ese camino. Pero él deseaba ser fotógrafo.

Una mañana de verano en 1923, con 21 años, tuvo una experiencia metafísica que él mismo relata:

“Estaba escalando la larga ladera occidental del monte Clark. Era una de esas mañanas en las que un agradable viento bruñe la luz del sol y largos bancos de nubes se mueven en el majestuoso cielo. La luz plateada tornaba cada brizna de hierba y cada partícula de arena en un luminoso esplendor metálico. No había nada, por diminuto que fuera, que no chocara con el suave viento, que no lanzara flechas de luz a través del vidrioso aire.

De repente, me sobrecogió en el largo y pedregoso camino que ascendía a la cumbre, la sensación de absoluta consciencia de la luz. Cuando me detuve, me invadió todo el impacto de aquella sensación.

Vi más nítido, de lo que jamás había visto o veré, los más mínimos detalles de la hierba, los pequeños restos del bosque, el movimiento de las nubes en lo alto, distribuyéndose sobre los picos.

Deseé que por un momento el tiempo se parara y la visión se convirtiera en la sombra de un mundo infinitamente más grande.

Y en el abrazo de la consciencia, tuve una experiencia metafísica.”

Su nueva vida

En 1927, a los 25 años empieza a relacionarse con el ambiente cultural de San Francisco y consigue publicar su primera colección de fotografías: Parmelian Prints of the High Sierras.

En este libro utiliza el filtro rojo para oscurecer el cielo en algunas de sus fotografías y comienza a separar la previsualización de sus imágenes con la fotografía terminada en el estudio.

 

 

El negativo es la partitura, la copia es la ejecución.

En 1928 toma dos de las decisiones más importantes de su vida: no quería ganarse la vida con el piano, quería dedicarse a la fotografía.

Y también, el 2 de enero de 1928, a los 26 años, contrae matrimonio con Virginia.

En tan solo dos años, de 1928 a 1930, pasa de viajar gratis con el Club a cambio de sus fotografías, a ser uno de los fotógrafos más reconocidos de EEUU.

Llegamos a 1929, viaja a Santa Fe y Nuevo México y de esa época son las fotografías de Taos Pueblo. En ese viaje conoce a Paul Strand al que le muestra sus fotografías y se convence aún más en dedicar su vida a este arte.

Al año siguiente, Ansel y Virginia se mudan a San Francisco, a una casa cerca de los padres de Ansel. Gracias a su mujer, que trabajó en la tienda de los padres de Ansel, y le apoyaba, este pudo dedicarse a su trabajo, a la búsqueda de la perfección. En esa época pasa de lo pictórico a lo realista, buscando la máxima profundidad de campo y la mayor sensación de lugar.

Enero de 1933, Ansel Adams viaja por primera vez a Nueva York para conocer a Alfred Stieglitz, uno de los grandes fotógrafos del momento. Allí recibe por fin el reconocimiento como poeta de la naturaleza que llevaba años esperando: “son unas de las fotografías más puras que he visto” dijo Alfred Spieglitz al verlas en su galería Madison.

También en 1933 abre su primera galería en San Francisco y comienza su interés docente publicando su primer libro tutorial “Making a photograph”. 

Continúa su trabajo durante los veranos con el club de montaña que tanto amaba.

 

 

 

1936. De la gloria al abismo.

 

Comienza su mayor proyecto hasta la fecha, Alfred Stieglitz le ofreció exponer en la Catedral de la Fotografía, era el primero en hacerlo en los últimos cuatro años.

Tenía 34 años. Estaba casado y tenía dos hijos.

Centra toda su vida y dedicación al nuevo proyecto y contrata a una asistente para que le ayude con la exposición. Se enamoró profundamente de ella.

Ese verano fotografía todos los días, realiza las mejores fotos que nunca había hecho y en otoño se dedicó por completo al revelado.

La conciencia y el exceso de trabajo le pasaron factura. Había trabajado más allá de sus posibilidades y no podía soportar la vida que estaba llevando. Tras el éxito de la exposición se retiró por razones psicológicas, sufrió un ataque nervioso y acabó en el hospital.

Durante un año y medio sufrió una fuerte depresión debido a un enorme vacío interior. Decidió seguir con su mujer, a la que amaba, y continuar en su casa de Yosemite y su trabajo en las montañas que desde siempre le dió la vida.

Sierra Nevada

En 1937 publica uno de sus libros más icónicos, Sierra Nevada: The John Muir Trail por encargo de un importante empresario y en homenaje al hijo de este que falleció escalando en la montaña.

Existen 500 copias de ese libro, numeradas y firmadas. Toda una joya de gran valor.

Fue un proyecto de varios años hasta encontrar las imágenes y los revelados perfectos. Gracias a esas fotografías, el presidente Roosevelt convirtió el Kings Canyon en Parque Nacional. Aquel libro fue fundamental para el reconocimiento y protección de la zona.

Una vida unida al ecologismo

Ansel Adams fue duramente criticado toda su vida por no unirse a la fotografía documental. Durante la Gran Depresión y la 2º Guerra Mundial la inmensa mayoría de fotógrafos comenzaron con las fotografías de concienciación y denuncia, pero Ansel siempre pensó que era propaganda y siguió trabajando a su más alto nivel como fotógrafo y artista.

El paso de la historia nos enseña que Ansel Adams fué un adelantado a su tiempo. Un ecologista que defendió el medio ambiente antes de que nadie lo hiciera y un ejemplo para los muchos fotógrafos aficionados a la fotografía de paisaje que hemos aprendido gracias a el.

Mirando al cielo

A lo largo de los años 40, cambia su perspectiva y empieza a mirar al cielo. Al cambiar su línea del horizonte aumenta la sensación de espacio. Incluso se construye una plataforma encima de su coche con la que consigue perspectivas más altas.

La mitad de sus fotos eran postproducción, solía dedicar un día entero del laboratorio para elegir la foto adecuada, algo muy curioso si lo trasladamos al debate actual sobre el revelado (o no) digital.

Del año 1945 es una de sus fotos más emblemáticas de su carrera: “salida de luna”. Tomada sobre la plataforma de su coche cuando se dirigía al norte de México.

A mediados de los años 50 disminuye su interés creativo, siguió haciendo fotos, pero pensaba que ya lo había hecho todo.

Ansel Adams como icono

A los 60 años cambia su faceta de fotógrafo por la de educador, ecologista y portavoz de numerosas causas. Sabía que era una persona de extraordinario valor para la sociedad.

En 1970 monta una empresa junto a Bill Turner, un ingeniero al que conoce mientras daba clases en Yale. Ambos convirtieron el archivo de Ansel Adams en un negocio multimillonario haciendo de Adams un icono y el primer fotógrafo de bellas artes del mundo comercializado en masa.

Dicen que eso no era ser un verdadero artista, allá cada cual con su opinión.

Últimos años

Durante su tercera edad se convirtió en un profesor muy activo, editó libros, luchó por el medio ambiente, hizo las copias que años atrás no pudo por falta de tiempo.

Con 80 años seguía trabajando 12-14 horas diarias los siete días de la semana.

En 1979 fue portada de la revista Time y el MoMA acogió una exposición retrospectiva. En 1980 obtiene la medalla presidencial a la libertad en la Casa Blanca, el honor más importante a un civil.

Muere a los 82 años de edad el 22 de abril de 1984.

Tras su fallecimiento le pusieron su nombre a su amado parque Sierra Nevada (Yosemite), Parque Ansel Adams, y también a un remoto pico, Monte Ansel Adams.

Libros de Ansel Adams

Ansel Adams: 400 fotografías

Repaso de sus mejores obras, desde sus inicios en 1920, sus proyectos en los parques nacionales en la década de 1940 hasta sus fotografías más importantes de los años 60.
Este libro muestra las imágenes más famosas de Ansel Adams y otras muchas fotografías de gran valor pero menos conocidas.

Ansel Adams: En color

Aunque el grueso de su obra es en blanco y negro, Amsel Adams realizó cerca de 3.500 fotografías a color desde mediados de 1930, poco después de que fuese inventada la película Kodachrome. Muchas de sus fotografías a color fueron expuestas en el MoMa o publicadas en revistas como Life y Horizon. Este libro recoge una fracción de sus mejores trabajos.

Trilogía: La Cámara. El negativo. La copia.

Toda su fuente de saber concentrada en tres libros que aún hoy son de obligada lectura y fuente de conocimiento para cualquier fotógrafo. Los tres libros analizan, estudian y explican todo lo referente a la fotografía. Si entendías y aplicabas todo lo que viene en estos libros tenías -tienes- la posibilidad de ser un maestro en fotografía tradicional.

Ansel Adams at 100

Una muestra de sus 114 fotografías más iconicas, edición de lujo para conmemorar el centenario de este genial fotógrafo.

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¿Sabes que mirar sus fotografías es la mejor manera de que las tuyas tengan alguna posibilidad de hacer historia también?

 

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